- ¿Cómo se encuentra hoy, señora Rosa?
-Mucho mejor que ayer, hija. Ya puedo respirar por mi misma
-Ahora voy a auscultarle el pecho para comprobar que ya no tenga tanto moco en la garganta y después le tomaré la tensión ¿le parece bien?
- Haga lo que tenga que hacer, bonita -Le incorporo la camilla para que pueda sentarse y le desabrocho el botón del camisón para poder auscultarle la espalda y pecho.
- Parece que dentro de poco podrá volver a su casa, señora Rosa.
- Que alegría hija
-Bueno, nos vemos en un rato, hasta luego
Miro la hora en el reloj y veo que es mi hora de la comida. Hoy me ha tocado hacer doble turno y no salgo hasta muy tarde. No me quejo puesto que yo elegí dedicarme a esto. Me apasiona estar en la zona de urgencias del hospital ya que puedes descubrir nuevas historias y nunca te esperas como será el próximo paciente al que atenderás. Me dirijo hacia la zona de la cafetería donde los médicos y enfermeros tenemos una zona habilitada para nosotros. Cojo la comida correspondiente y a lo lejos veo a mi grupo de compañeros (a los que puedo considerar mis amigos) Voy hacia su mesa y nada más verme, me saludan
- Hombre, ¿cómo está mi enfermera preferida?
- Hola Elian, ¿qué tal con ese chico que me comentaste que te gustaba? ¿Te ha hecho caso?- Le digo para molestarle y al ver la cara que ha puesto, lo he conseguido
-Ojalá querida, pero no hay manera- me dice Elian haciendo un puchero
- ¿Qué tal vuestro día?- nos pregunta Alison a todos
- Sencillo- digo
-Sin mucho movimiento- dice Elian
-Normal- dice Henry
- ¿Os apetece ir a tomar unas copas a la salida del trabajo?- Dice Alison
-Por mi bien- dice Henry
-Cuenta conmigo- dice Elian
-Conmigo no cuentes porque yo hoy tengo doble turno y salgo bastante tarde- les digo
-¿Otra vez te han puesto doble turno?- me pregunta Alison
-Sip
-Te tienen explotada- me dice Henry
- Eso es lo que las personas normales pensarían pero yo, como apenas tengo vida social y mi amor es mi trabajo, pues no me quejo- digo dándole un trago a mi vaso de agua
-Eso dices ahora, pero ya verás como no dices lo mismo cuando llegue esa persona especial a tu vida- me dice Elian
- Ya empiezas otra vez con "la persona especial". De momento no ha llegado y cuando lo haga, que lo dudo, ya veré que hago- le digo. iba a decir algo más cuando la sirena que nos avisa que tenemos un nuevo paciente grave me interrumpe. Miro a mis compañeros y salgo corriendo, ya que ellos no pertenecen a la zona de urgencias. Me dirijo hacia la puerta principal donde me encuentro a tres hombres ensangrentados. El de en medio iba recargado sobre los hombros de los otros dos hombres.
- Necesito una camilla ¡YA!- grito a los demás enfermeros que estaban por allí cerca- ¿Qué le ha pasado?-le pregunto a uno de los dos hombres
- Creo que eso no es necesario que lo sepa para curarle-me dice el ojiazul
-Perdone pero esa información sí me sirve para salvarle la vida a su amigo- digo con mal humor. En este momento llega la camilla y montan al hombre encima de ella - Llevémosle a boxes- digo a los enfermeros que se encargan de llevar la camilla.
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Socorriendo al peligro
RomanceMaggie Johnson es una joven doctora de 24 años que trabaja en un hospital Los Angeles. Ama su trabajo y ama ayudar a los demás. Se puede decir que su vida es una continua rutina pero a ella parece no importarle. Un día recibe una urgencia y ella ja...