El infinito.

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Demasiada luz. Era demasiado brillante. Sentía que no podía abrir mis ojos de lo brillante que era. Sin embargo sentía que estaba en cálidas colchas en una gran cama. Podía oír los pájaros y agua, agua de los aspersores que regaban un jardín. ¿Mi jardín? no, yo no tenia jardín, intente una vez tener jardín, pero mis viajes y trabajo no me dejaban cuidarlo apropiadamente. ¿Tal vez el del vecino? ni siquiera conocía a mi vecino y menos su jardín, si es que tenia uno. Estaba todo muy silencioso. ¿Donde estaba el ruido de los carros? no era normal una ciudad sin ruido. Olía muy bien, como galletas y una esencia de vainilla muy ligera y claro, las flores del jardín de mi vecino, aunque no recordaba tener un vecino que tuviera jardín, o tener un vecino en lo absoluto para el caso.

.- Ya se que estas despierta, ¿piensas quedarte en la cama todo el día?.- Esa voz...

.- Dakota...

Abrí los ojos como platos, olvidando por completo que la luz brillante podría dejarme ciega. Lo primero que vi un fue un par de ojos grises y una cara sin afeitar que sonreía amplia mente.

.- Y ahí esta ella, pensé que nunca abrirías los ojos.- Era Jamie. ¿Que hacia Jamie aquí?¿que hacia yo con Jamie? mire alrededor, era un cuarto que parecía el cielo de lo iluminado que estaba. Tenia grandes ventanales con cortinas transparentes, blanco con algún tapiz color pastel rosa claro, el tocador y los muebles vintage, una gran cama con grandes postes y un dosel. Justo sobre nuestras cabezas un candelabro de cristal que naturalmente estaba apagado. Todo era blanco, incluso el camisón que tenia puesto.

.- Bebé, ¿que pasa?.- Jamie me miraba con el ceño fruncido.

.- ¿Jamie que haces aquí?

.- Bueno esta es mi cama, aquí duermo.- ¿su cama?

.- ¿Y por que estoy aquí contigo?

.- ¿Donde mas estarías? eres mi esposa, dormimos juntos.- su ¿QUE?.- Me levante tan rápido de la cama que casi me caigo con el monto de sabanas.- Cariño ¿que esta pasado?

Mire frenéticamente alrededor. No puede ser que estemos casados, eso es imposible. Revise mi mano izquierda, ahí estaba un simple anillo platino con un diamante solitario y una alianza igualmente platino. Esto no podía ser. Miré a la mesa de noche, ahí había una foto. Corrí hacia ella y la mire. Eramos Jamie y yo, en nuestra boda. Estábamos tomados de la mano pero no prestábamos atención a la cámara, ambos sonreíamos amplia mente mientras nos mirábamos en uno al otro. Yo llevaba un vestido blanco sencillo con algunos bordes de encaje, ceñido a la cintura,  con un velo que caía hasta el piso. El vestido de mis sueños.

- Que te pasa Dakota?- Jamie se habia parado de la cama y estaba detras de mi mientras miraba la fotografia. Esto no podia ser verdad, seguro estaba soñando.

- Yo...- un movimiento en la puerta llamo mi atencion. Ahi estaba una cabezita con una mata de cabello rubio casi blanco y un par de ojos gris azulado. Jamie siguio mi mirada.

- Dulcie, hey cariño, que haces ahi?- Dulcie? La ultima vez que vi a dulcie tenia 4 años, esta niña tenia alrededor de 8. Que estaba pasando?

- Un ruido me desperto y queria ver television y comer hotcakes y ver a mamá y a ti

- Si lo siento cariño, mami no se estaba sintiendo bien pero ya esta mejor cierto?- jamie me estaba mirando esperando mi confirmacion, el tambien estaba confundido. Me estaba volviendo loca? Estan hablando de mi y me acaban de llamar mamá?

Dulcie tambien me estaba mirando ahora.

-Esto mmm si- camine hacia Dulcie y me arrodille a su nivel- perdon Dul, estaba un poco mal pero ya estoy bien y podemos ir juntas a hacer esos pancakes, que te parece?

Damie - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora