Desde las sombras (Parte 2)

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El temor que Ali sentía le hizo ignorar la furia. Odiaba cada vez que alguien le preguntaba si Chase era su hermano solo porque tenían el mismo color de cabello y de ojos. Al voltear se encontró con la vampiresa de cabellos rojos a la que pronto se le unieron cinco jóvenes más, incluyendo la muchacha de cabello azul.

Arrastrándola por el brazo, Chase se echó a correr en dirección a las calles más iluminadas. Ali pudo ver por el rabillo del ojo que los vampiros continuaban de pie en el mismo lugar con los brazos cruzados. Sonreían aún. Solo les estaban dejando ventaja. Un horrible escalofrío le recorrió la espalda cuando lo comprendió: no tenían prisa en matarlos, primero se divertirían con ellos un poco. Habían avanzado solo unos metros cuando Chase frenó de golpe. Ali volteó al frente y reprimió un grito. La vampiresa pelirroja estaba parada delante de ellos. Era más alta de lo que le había parecido. Los otros no tardaron en llegar, como surgidos desde las sombras y los rodearon. Estaban atrapados. La vampiresa dio unos pasos hacia Chase moviéndose con la elegancia de un gato pero sus ojos eran feroces como los de un león a punto de saltar sobre su presa. Sin embargo, no atacó. Se limitó a acercarse más y más a él, hasta su cuello, y luego lo lamió despacio mientras observaba a Ali en una clara provocación. Tal y como la vampiresa lo había deseado, Ali saltó sobre ella enardecida pero las manos de otro joven le maniataron los brazos por detrás de la espalda.

- ¡Déjalo en paz! - gritó Ali. Su intención fue sonar agresiva pero en lugar de eso pareció suplicante.

La vampiresa rió, primero por lo bajo y luego soltando una espantosa carcajada.

- Te daré mi sangre si lo dejas ir...-ofreció Ali desesperada.

- ¡Awww! - Se burló la pelirroja con una falsa expresión conmovida y luego miró a Chase-. Realmente no la mereces- le dijo-. ¡Claro que tomaré tu sangre! - Prosiguió inclinándose hacia Ali con las manos en su cintura de avispa- Pero primero lo verás morir lenta y dolorosamente...-la joven arrastraba las palabras como saboreándolas- ¡La sangre llena de terror es mucho más deliciosa!

A continuación, la vampiresa tomó a Chase por el cuello...

- ¡No! - rugió Ali y presa de una locura que le hizo cruzar los límites de su propia fuerza, se las arregló para zafarse del joven que la sostenía.

Corrió hacia la pelirroja, quien sonrió complacida a la vez que se agazapaba con las garras listas para arrancarle la piel. Entonces, Chase asestó un puñetazo rápido a alguien y luego empujó a la vampiresa fuera del camino de Ali. La joven de cabello azul se abalanzó sobre él tironeándole los cabellos. Ali hizo lo mismo con ella y los tres cayeron de espaldas sobre el asfalto rasposo como miles de lijas. Los otros tres jóvenes cayeron sobre ellos forcejeando e intentando morderla. Un inesperado instinto de supervivencia tomó el control de su cuerpo y Ali comenzó a lanzar patadas y puños sin control con los ojos cerrados. Escuchó un crac y un gemido iracundo. El peso sobre ella se alivianó y aprovechó para escapar rodando sobre un lado. Al instante se puso de pie y abrió los ojos en el momento justo para ver a la vampiresa de cabello rojo acercando sus fauces a toda velocidad hacia el cuello de Chase.

De repente, invadida por una extraña ilusión de poder, Ali extendió su mano hacia ella como si pudiera tomarla por el cuello. Para su sorpresa, la vampiresa soltó a Chase petrificada. Un instante después, cayó de rodillas gritando y temblando ante la mirada atónita de los presentes, incluso la de la propia Ali que aun sostenía la mano en alto dejando que toda su ira fluyera hacia ella. La vampiresa simplemente ardió en llamas mientras se retorcía en el suelo. Pronto, su cuerpo escultural se vio reducido a cenizas negras y de ella no quedó más que polvo. El resto de sus amigos huyeron despavoridos excepto por la muchacha de cabello azul. Ella permaneció unos instantes para dedicarle a Ali una mirada feroz: una promesa de venganza. Luego, desapareció con la rapidez de una ráfaga de viento.

- ¿Qué demonios..? - murmuró Chase aun desde el suelo mientras dejaba escapar todo el aire contenido en su pecho.

El camino de regreso a casa transcurrió velozmente en medio de un huracán de dudas. Ali había visto lo que a todas luces parecían ser vampiros reales, hundiendo sus terribles colmillos en un joven, bebiendo su sangre y moviéndose a una velocidad y sigilo inimaginables para un ser humano. Y luego había visto a una de ellos arder de la nada rodeada de un fuego mágico. Pensó entonces en su padre y en sus largas disertaciones acerca de los demonios y los habitantes de la noche. Pensó en las voces guturales que salían de las gargantas de pequeñas jovencitas en los exorcismos que había visto a escondidas. Pensó en las hadas y gnomos de inocentes cuentos volviéndose asesinos de pesadilla. Pensó en el Cielo y en Lucifer, el más hermoso, cayendo a la Tierra con un rayo enceguecedor y levantándose luego en llamas con su ejército infernal a cuestas. Pensó en los ángeles y en los demonios y en su supuesta lucha eterna entre el bien y el mal... ¿Eran todas esas cosas reales?

- Perdóname Ali...- repitió Chase tras un largo abrazo bajo la ventana de su habitación.

Ella seguía en silencio por el shock. Él la besó una vez más, la esperó mientras trepaba el árbol hasta su habitación y luego se alejó a paso raudo por la vereda.

Todo estaba como lo había dejado. Ali se quitó su disfraz y lo escondió bajo la cama. Se aseguró de que la ventana estuviese bien trabada y corrió las cortinas. Apagó la música y la luz y, envuelta en la penumbra, se arrebujó entre las sábanas de su cama intentando pretender que nada de eso había ocurrido en realidad. Tenía la vaga esperanza de que una fe como para mover montañas produjera lo imposible y se despertara al día siguiente aliviada de comprender que todo había sido un mal sueño.

Un sonido casi imperceptible, como el de una brisa la hizo voltear hasta la pequeña biblioteca apoyada en la pared frente ala cama. Adaptando sus ojos a la pobre luz que se filtraba desde allí donde las cortinas no llegaban a tocarse pudo atisbar unos ojos que la observaban desde las sombras. Ali se llevó las sábanas hasta la cabeza temblando. De pronto sintió la necesidad de mirar de nuevo para comprobar que no había sido más que su imaginación torturada. Lentamente, dejó caer la tela hasta el cuello en el momento preciso en que dos enormes alas negras, una de ellas rota, se abrían a lo ancho de toda la pared.

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Bueno, hasta acá el cap. 1 espero que les haya gustado y si es así recuerden dejar su voto, no cuesta nada y para mí significa muchísimo porque me anima a seguir y a seguir mejorando!

Pueden buscarme en Instagram donde comparto fotos de los lugares, de quienes me inspiraron para los personajes, frases de cada capítulo y más :D

Abrazos desde las sombras!!


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⏰ Last updated: Sep 10, 2017 ⏰

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Oscura TentaciónWhere stories live. Discover now