- Serán 50 dólares.
-Aquí tiene.- Saco la pequeña cartera que llevaba en el bolso, y le pago al taxista la cantidad indicada. En cuanto lo hago, este pone en marcha el vehículo, y se aleja a gran velocidad.
Me doy la vuelta, y observo el cartel que hay a mi derecha: "Bienvenido a Rhowood". Al taxista no le habría costado demasiado llevarme directamente a la casa de mi tía, pero por motivos que desconozco, no quería entrar en la pequeña y silenciosa ciudad.
Sin pensármelo demasiado, agarro la maleta color crema con detalles blancos por el asa, y sigo el camino, observando las calles. No ha cambiado casi nada. Me fijo en que ahora hay tiendas nuevas, casas en reforma, y... bueno, no soy capaz de reconocer el rostro de ninguna de las personas que pasan por allí. Genial, tendré que volver a pasar por el título de "chica nueva" por estos días. Agradezco que no sean muchos.
Hay una floristería donde antes se encontraba mi heladería favorita, The Little Cream. Allí solía trabajar la familia de mi vieja compañera de clase, Katty. Me pregunto cómo le irán las cosas.
Perdí el contacto con prácticamente todo el mundo cuando mis padres tomaron la decisión de mudarse a Francia. A mi padre le habían ofrecido un mejor puesto de trabajo, mejor pagado que el que tenía, y a mi madre le encantó la idea, pues era muy fan de la comida francesa y de su particular acento. Hace ya 7 años de aquello, me pregunto qué habrá podido suceder en este largo tiempo en un sitio tan perdido y pequeño como lo es Rhowood...
-¿Daphne?- Una voz femenina me llama por la espalda. Me doy la vuelta, y me encuentro con un rostro exageradamente maquillado que a penas reconozco.
-¿Aurora?
-¡Tía, cuanto tiempo!- Mi vieja compañera se acerca con los brazos abiertos, y me envuelve en un afectuoso abrazo, el cuál le devuelvo sin pensarlo demasiado.-¡Estás genial, chica! Me alegro mucho de verte, aunque sea en estas circunstancias...
Yo sólo intento curvar los labios de tal forma que parezca una sonrisa, y asiento despacio. Le echo un vistazo nuevamente. Madre mía, está cambiadísima.
La Aurora que yo conocía, era una chica tímida y callada, que se ocultaba tras unas gafas redondas, casi más grandes que su frente, y con un flequillo casi siempre grasiento. Creo recordar que tenía problemas de espalda, pues siempre andaba encorvada.
Hoy, la chica que tengo delante de mi, es esbelta, de un largo cabello (teñido) rubio y rizado, parece que su flequillo es ahora inexistente, al igual que las redondas y enormes gafas. Desprende un aroma a Odile Charette 15, y su rostro está cubierto de maquillaje, que hace resaltar sus ojos oscuros y sus finos labios.
-Siento mucho lo de Alice... Ella nunca le había hecho daño a nadie, al contrario... ¿por qué las mejores personas son siempre las que se van primero...?- Por su expresión no es difícil de adivinar que el fallecimiento de mi prima la ha afectado, y yo bajo la mirada para no encontrarme con sus ojos. Hace años que no veo a Alice, de ella sólo me quedan esos recuerdos de cuando éramos niñas. Eso no quiere decir que su muerte no me haya sorprendido o entristecido, pero es posible que no me haya afectado como debería.
Sólo en ese momento me fijo en el atuendo de Aurora; camiseta de media manga negra, y pantalones ajustados del mismo color... Incluso los tacones de aguja que lleva lo son. Levanto la mirada y me encuentro con la suya.
-¿Vas a asistir al funeral?- A ella parece sorprenderle mi pregunta, pues tuerce el gesto, y me mira como si fuera una rara especie en extinción.
-¿Qué dices? ¿Cómo no voy a asistir? ¡Es lo menos que puedo hacer! Alice siempre se portó bien conmigo, deseo devolverle el gesto.-Dice esbozando una pequeña sonrisa. Entonces sus ojos oscuros se desvían hacia mi maleta.-Vas hacia allí, ¿no? ¡Deja que te acompañe! No me gustaría que anduvieras sola por aquí.
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Alice's Mind
RomanceAlice y Daphne, primas hermanas, estaban muy unidas desde su más tierna infancia. Con 7 años de edad, Daphne tuvo que mudarse al extranjero, pues sus padres habían encontrado un mejor trabajo. Los primeros años, las primas se comunicaban a través de...