II - La Muerte

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La primera vez que la vi estaba agonizando, mi cuerpo dolía mucho y estaba sufriendo.
Fue repentino, deje de sentir dolor y comencé a experimentar el alivio.
Cuando me levanté y volteé hacia atrás me vi, estaba acostado, con los ojos cerrados y el alivio se había reflejado en mi rostro, había dejado de agonizar.

Al voltear mi vista hacia enfrente la miré, esperaba algún esqueleto, con una gran capucha negra y una oz.
Pero no fue nada de eso.
Si llevaba una capucha negra pero no llevaba ni oz ni era esqueleto.

Era una mujer, hermosa a decir verdad, cabello largo, negro y unos bellos ojos azules.
Me dijo que acababa de rescatarme del sufrimiento, y me dio su nombre:
Morthea.

Desde pequeño escuché que la muerte era un demonio que se llevaba a las personas para quedarse con sus almas, y llevarlas al infierno, que te partía en dos con su enorme oz y así acababa con tu vida. Que estúpido.

La muerte es, en mi opinión alguien buena, de no ser por ella en realidad no habría tantas vidas detrás y delante de la que vives.
Ella toma tu alma cuando mueres, borra tus recuerdos ya que es necesario y te envía a nacer de nuevo con un consejo:
"Cuando nazcas de nuevo llora, es mas fácil desahogarse."

Cuando la muerte intentó borrar mis recuerdos no tuvo éxito, ella no lo supo, pero yo aún recordaba todo.

Puso su mano en mi frente y susurró el consejo contra mi oído.

Y fue ahí cuando comenzó el proceso de reencarnación, te pierdes en un vacío blanco y pierdes la conciencia cuando estás a punto de nacer de nuevo.

La muerte me vio de nuevo cuando mi vida acabó por segunda vez, no se dio cuenta de que recordaba todo y actualmente sigue sin saberlo.

La muerte te verá cuando acabes esta vida y te vio cuando acabaste en la pasada, procura no tenerle miedo pues no es ningún demonio que te partirá con su oz, ella no decide cuando morirás, tu fecha de muerte está preescrita, ella solo cumple con su labor de borrar tus recuerdos y enviarte al mundo de nuevo.
Pero tampoco la subestimes, tiene su carácter.

Reencarnación EquivocadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora