Recuerdo las veces que me hiciste ver el mundo, ¿las recuerdas tu, Hoseok?
¿Recuerdas las veces que ambos ensayabamos hasta las tantas de las madrugada y ninguno de los dos quería irse? Hubo veces en las que nos quedamos dormidos en la sala de prácticas por no querer dejar ese lugar.
Era como nuestro lugar especial.
¿Recuerdas cuando ambos bailamos lentamente bajo la lluvia? La lluvia siempre había sido especial para mi, pero el día que llegaste adquirió un nuevo significado.
Ese era nuestro momento favorito.
¿Recuerdas las veces que te dije lo importante que era la ciudad para mí? Llena de brillantes luces cuando la ves desde arriba...
Eras mi ciudad favorita.
Te miraba y veía esas luces en tus ojos, la lluvia en tu sonrisa y las noches sin dormir en tus pómulos.
Verte sonreír era mi cosa favorita.
Podría decir que eras mi droga, pero no lo eras, porque no me destrozabas, me hacías ver la realidad del mundo con un cielo nublado.
¿Irónico, cierto?
El gris es mi color favorito.
Y descubrí todas las tonalidades que podía tener cuando vi tus delgados labios deslizarse ligeramente hacia arriba. Cuando llorabas de emoción, tristeza y desesperación. Cuando veía tus mejillas sonrojarse por mis cumplidos.
Wow, todos estos recuerdos me hacen ver que no estoy equivocado, verdaderamente eres un ángel.
Y te mereces la mejor ciudad que puedas llegar a tener, con ese cielo nublado que tanto anhelas.
Tu cielo nublado, Park Jimin.
PD: Esta carta casi termina empapada de lágrimas. Oh, son de felicidad, no te preocupes.
03/03/XX
No todos los días pueden ser días nublados, la gente los odia.