Memories

24.4K 1.8K 666
                                    

Izuku's POV

Por fin había logrado acostar a Shou después de su rutinaria hora de juegos. 

Sonrió al ver como su pequeño dormía plácidamente. 

Shou casi no se movía al dormir, un hábito que tomó cuando un verano fuimos a tomar vacaciones junto a Iida-Kun y Uraraka-San. En ese entonces, Iida le enseño todo lo que sabía de disciplina y respeto a las normas. Quizás por eso era tan exigente con él. 

Sintió a Shou moverse un poco sin despertarse. Sonrió ante esto y tocó la mejilla de su hijo con suma delicadeza para no despertarlo. Eran tan lindo.

Ese pequeño niño era su mundo. No habría nada con que reemplazarlo.

Por eso mismo, jamás lo presentaría ante Todoroki. 

Todoroki

Conociendo el carácter de ese hombre le reclamaría por haberlo ocultado tanto tiempo y no quería correr el riesgo de perderlo.

Pensó en el padre de Shōto, Eiji. Él jamás dejaría pasar la oportunidad de tener un niño Alfa al que formar a su imagen y semejanza. 

Izuku no permitiría que su hijo pasará por tal estrés. No quería nada de eso para él, Shou merecía ser feliz y crecer como él mismo decida.

Sacudió su cabeza alejando esos pensamientos y salió de la habitación después de darle un beso en la frente a su pequeño. 

Rayos, se quedaría mirándolo todo el día, pero tenía que limpiar el departamento.

Cerró la puerta y se acercó a la sala. 

La verdad no había un gran desorden pero sabía que si no lo hacía él, Shou tomaría la responsabilidad de hacerlo y no quería eso. 

Él era el adulto, él era el que debía tener obligaciones, no un pequeño niño de 6 años.

Ese pequeño a veces se comportaba como todo un adulto cuando se lo proponía.

No sabía si era por no preocuparlo o simplemente su personalidad era parecida a él.

Dejó los rompecabezas de Shou perfectamente alineados y empezó a rebuscar los armarios. Dentro de una caja fuera del alcance de su hijo estaban sus recuerdos de preparatoria. Había muchas fotos de Iida y Uraraka junto con él. Siempre sonriendo uno al lado de otro. Los había conocido durante el examen de ingreso. Ellos eran sus primeros amigos "reales". Nunca les había molestado el hecho de que él era un Omega, a pesar de que Iida era un Alfa y Uraraka una Beta. Para ellos, él simplemente era Midoriya Izuku. Siempre había estado bajo su cuidado y por eso les estaba eternamente agradecido.

Quizás debería llamarlos pronto. Los extrañaba.

Siguió removiendo las cosas de aquella caja: fotos de sus compañeros de clases, de festivales deportivos, de los campamentos.

Buenos recuerdos que aún vivían en su memoria.

Como otros no tan buenos, pensó mientras veía la fotografía al lado de un chico rubio.

Sin embargo, eso no era lo que buscaba. Rebuscó y encontró una pequeña libreta. Esa que antes usaba para anotar datos curiosos de las personas más curiosas que encontraba. Su peculiar hobbie de joven. Pasó página por página viendo las cosas que anotaba sobre cada uno, desde su talla hasta su alimentación, él quería ser muy fuerte en ese tiempo y por eso trataba de imitar las cosas que podrían volverlo así.

Se rio de sí mismo sabiendo lo ridículo y acosador que debió haberse visto. Eso explicaba porque otros estudiantes lo molestaban.

A parte de ser el único Omega masculino de la escuela.

Connected [TodoDeku] [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora