- ¿Qué paso? ¿Te golpeo? ¿Te lastimo? Todos te vieron con el niño rarito... - Jimin venía detrás de YoonGi haciendo todo tipo de preguntas mientras que el de pelo negro solo rodaba los ojos.
- No, No me golpeo y no pienso que Jungkook sea rarito... - Murmuro parándose frente a su casillero para poder sacar su libro de historia, Jimin no era un mal chico, pero enserio costaba que se quedara callado por un buen tiempo
- Mhn. ¿Jungkook? – Pregunto frunciendo levemente su ceño, YoonGi asintió – No sabía que ese era su nombre...
- Bueno, ya lo sabes. Debo irme Jimin, hablamos luego... - Hablo un poco cansado por el largo cuestionario del chico y por largo enserio era demasiado largo que ya no tenía ganas de escuchar más.
Jimin sonrió agitando su mano de manera de despedida hacia su compañero antes de caminar hacia el lado contrario de YoonGi, el cual soltó un suspiro caminando con tranquilidad a su clase, las miradas curiosas no dejaban de poner atención en él, algunos hasta murmuraban por así decirlo porque en realidad pareciera que tuvieran la intención de que los escuchara. Yoongi por un momento se decepciono de no poder ver al pequeño chico de ojos grandes en su camino a la clase de historia, pero tenía la esperanza de poder verlo a la hora del almuerzo, sinceramente no tenía idea de dónde venía ese sentimiento de querer verle lo más rápido posible
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Jungkook se abrazaba así mismo en la esquina de su habitación, sus mejillas empapadas gracias a las lágrimas, sus ojitos ya se encontraban rojos al igual que su nariz gracias al llanto. Ese día no había asistido a la escuela, sus pies estaban descalzos y la única prenda que lo cubría era un suéter color menta. Sus cabellos ya se encontraban alborotados y miraba con tanto temor la puerta.
- P-Por favor... Por f-favor... - Murmuraba mientras que su cuerpo temblaba cada vez más si eso era posible – No v-venga...
Sus lágrimas cayeron más rápido y los sollozos se hicieron más fuertes cuando escucho los pasos cerca de su habitación, comenzó a negar rápidamente gateando hasta debajo de su cama en un intento de ocultarse aunque ya sabía que no iba lograr nada. Cuando la puerta se abrió con fuerza cubrió su boca con ambas manos para evitar soltar los sollozos.
- Jeongguk... - La voz áspera resonó por toda la habitación, el chico debajo de la cama cerro sus ojos con fuerza, odiaba que lo llamara así – No tengo tiempo para tus juegos niño, sal ya.
Jungkook ni siquiera se movió, él sabía que si no salía le iría peor pero enserio tenía miedo, tenía miedo de salir. Dejo salir un grito cuando unas manos tomaron sus tobillos y lo jalaban con fuerza para que saliera. Negó rápidamente pataleando un poco para que lo soltara.
