Capítulo 4

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La mañana había llegado, los rayos del sol había dado en su rostro haciendo que se removiera, sin embargo su sorpresa fue grande al ver a la chica al lado de el acostado, durmiendo plácidamente viendo como su pecho subía y bajaba lentamente, ¿como es que había terminado en esa situación?

Mas dicho ¿porque estaba con esa señorita en la misma?, sus mejillas ardieron al pensar que pudo haberle faltado el respeto, así que con prisa y cuidado de no levantar a la doncella saldría de ahí, pero no de esperaba que la chica de cabellos claros se aferrará a el, removiéndose un poco en busca del calor del mayor

Sin duda alguna Asuma se había metido en una situación alarmente, ¿que pensaría de él?, sabiendo que sería el próximo rey no debía tener este tipo de escándalos

— Hhmmm.... — el pequeño castaño se removía, por fin despertando, viendo lo primero que fue al chico que había rescatado anoche de morir de hipotermia — Tu.... — aun estaba adormilado por lo que no reaccionaba al cien por ciento, sus sentidos —

— Eh.... Disculpa pero, ¿podrías soltarme?, no creo que sea correcto que dos personas que no son pareja duerman juntos.... — se excuso el mayor esperando la reacción del menor, ahora las mejillas del menor, tomaron un rojo que casi parecía por un tomate, alarmado Shinomiya intento levantarse rápido, sin embargo solo consiguió caerse de bruces de la mullida cama — ¡Ah!, ¿estas bien? — se levantó de inmediato el castaño, inclinándose ante el menor para ayudarlo —

— ¡E-estoy bien! — tartamudeaba, no se supone que el se levantara tan temprano, pensó que podía salir de la cama antes que el mayor despertara, después anoche no se iba a dormir en el piso —

— Por favor dejame ayudar a levantarte — sonrió tan inocentemente, solo ganándose una mirada de reproche del menor, haciendo que apartara su mano al recibir un golpe de este —

— Puedo levantarme sólo, no necesito tu ayuda — así apoyo sus manos al piso, poniéndose de pie, sacudiendo sus ropas —

— Disculpa.... Pero no recuerdo, ¿como es que llegue aquí? —

— Estabas muriendo de frío así que te metí a mi casa, aunque hubiera sido preferible que murieras —

— ¿De verdad?, lamento haberte causado molestias, no era mi intención solo que me perdí —

— Hmph... Da igual, ¿ya estas mejor no?, ahora vete, tengo muchas cosas que hacer —

— Disculpa, ¿no nos hemos visto antes? —

— ..... — ¿decirle o no decirle?, he ahí la maldita cuestión — No lo creo siempre he vivido aquí, no suelo ir mucho al pueblo y cuando lo hago es sólo para conseguir provisiones —

— ¿Tus padres? —

— Murieron ya hace muchos años atrás — le dio la espalda, tomando entre sus manos a la pequeña gatita blanca —

— ¿Que edad tienes?, parece muy chica como para poder llevar la carga de vivir sola —

— Tengo 16....aunque pronto cumpliré 17, aunque eso no importa siempre he sabido cuidarme de mi mismo, siempre así que no te preocupes —

— ¡Puedo ayudarte!, dejame hacerlo quiero compensar tu amabilidad — tomo al chico del hombro, tratando de no invadir su espacio personal —

— ¡He dicho que no! — aparto al castaño bruscamente —

— Perdón....no era mi intención incomodarte — bajo la mirada culpable, por tal vez hacer que el menor se asustara — Solo quiero que sepas que no estas sola, puedes contar con personas que te apoyen —

— Que molestia... — tal vez se había alterado un poco, al gritarle al castaño, pero el no tenía la culpa después de todo — Bien, primero que nada mi nombre es Hayato Shinomiya, no soy una chica — tomo la mano del mayor, estampándola contra su pecho, así pudiera comprobar, que eso era mas plano  que una tabla —

— Yo.... — se había ruborizado, había afirmado que el menor era chica, por sus facciones y su cuerpo, al parecer no debía dejarse llevar por las apariencias — Soy Asuma Mutsumi, ehh....perdona mi error — se inclinó ante el menor, dando sus disculpas, por tal confusión —

— No hay problema, siempre me confunden — rodó los ojos, bufando por su condición — Bien Mutsumi, ¿quieres desayunar?, o planeas marcharte, tus padres deben estar preocupados, ¿no lo crees? —

— ¡Es cierto!, me hubiera encantado quedarme a desayunar, pero como dices debo irme —

— No hay problema —

— Pero vendré en otra ocasión, de verdad espero nos volvamos a ver Shinomiya, así que con tu permiso — así salió de la casa, ya no hacia tanta nieve así que el camino al reino seria mas fácil —

— Que chico tan mas tonto.... —



¿Caperucita Roja? (Mutsumi X Shinomiya) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora