Un círculo

Inprudente

Hacia una hermosa puesta de sol cuando Karen encontró a su hija Cristal a punto de tomar una mezcla de pastillas antidepresivas con pastillas para dormir, eso fue una completa decepción para Karen ya que creía que no le hacía falta nada a Cristal; cosa que no era completamente cierta, aunque al final siempre resulta que les hace falta algo.

— Sabes lo que acabas de hacer??— dijo Karen molesta y con lágrimas en los ojos mientras le quitaba las pastillas a Cristal

— Tal vez, y tal vez lo se por que es lo que hacen todos los padres cuando creen que sus hijos se están yendo por el mal camino—contestó seriamente mientras se levantaba después de haber sido tirada por su madre

— Si sabias lo que pasaría, ¿¿por que lo has hecho?? ¿Me quieres matar?, ¿realmente no sabes lo que eres para mi? ¿De verdad pensabas hacerlo?— dijo exesivamente exaltada.

En eso, llego el mayordomo.

— Disculpe mi interrupción Señora, pero le ha llegado un recado urgente.

— Ahora voy!!, por el momento, marchate— se dirigió rápidamente al mayordomo

— Como usted diga señora— dijo el mayordomo para después marcharse.

— Debo marcharme hija, pero nada seguirá igual después de esto, al salir de este cuarto, los sirvientes recibirán ordenes estrictas para tu cuidado y será así hasta que vea cambios completamente positivos. — Dijo firmemente mientras se secaba las pocas lágrimas que quedaban en su cara con un pañuelo.

— Claro madre, acaso será tan malo como para obligarme a cambiar??— dijo de forma burlona entre su seriedad.

— ¡¡Deja de retarme!!— Grito enfurecida— dependerá de ti la forma en que lo tomes y como he dicho antes, necesitaré ver cambios completamente positivos en ti— mencino marchándose.
Cristal sonrió y fue hacia la ventana para ver el paraíso que sólo las familias de su posición económica podían ver al tener una macion como la suya.

Lo que Cristal no lograba entender era el dolor y decepción que sentía su madre, su madre se mostraba fuerte pero en revalida ad estaba quebrada por dentro, Karen no sabía que había hecho mal.

— Claro, como si fuera tan malo lo que hice, solo fue un susto, pero por supuesto, eso no lo entendería alguien como ella ¿verdad Lili?— dijo al ver a su gatita agarrandola

Después, escuchó voces y vio que en la separación que había entre su puerta y el piso se podían apreciar dos sombras; rápida y silenciosamente se acercó a la puerta para escuchar lo que hablaban, al parecer era su madre con el mayordomo principal.

— Muy bien Albert, te daré ordenes para que tu organices a la servidumbre— Karen ordenó estrictamente

— Si señora, la escucho, solo recuerde que hay un recado urgente que debo darle— se escuchaba muy atento ante lo que le decia la señora Karen.

— Oh!! Por supuesto Albert, muy bien, entonces acompáñame a mi oficina, ahí hablaremos— dijo iniciando sus pasos hacia la oficina.

Cristal se lleno de curiosidad y se empezó a preocupar más por el recado urgente que llevaba Albert que por las instrucciones que le daría su madre.
Su gatita Lili salto de sus brazos para asomarse por la ventana.

— Eh?, ¿que sucede Lili, ¿notas algo raro allí afuera? —Dijo tomándola entre sus brazos.

Lili maullo y raspo la puerta que daba al balcón, Cristal fue tras ella y abrió la puerta para salir junto al felino y así finalmente ver al sol partir en su último día de julio, a pesar de lo que paso, a Cristal realmente le gustaba vivir y en ese momento no era su deseo morir, incluso pensó que su madre lo tomaría por broma, como había hecho ella, mientras pensaba, noto que un chico como de unos 23 años llego.

— ¿¿No crees que es algo tarde para que lleguen vistas Lili??— Le dijo algo confundida a Lili.

La gatita maullo dos veces y se bajó pasandose por sus piernas; Cristal tomo nuevamente al felino mientras observaba con atención.

— Ok lili, esto va para mi diario de observación de actividad inusual en la casa— dijo corriendo al cuarto para agarrar un diario— Muy bien Lili, apuntaremos... " Hoy en el inicio del anochecer, he notado la llegada inusual de un visitante joven como de unos 25 años de edad, se puede decir que es apuesto y tiene facha y facciones de alguien de la alta sociedad, a pesar de eso puedo llegar a notar cierta sencilles en su carácter según su mirada; parece que podría ser una buena y linda persona, no diré más por el momento"— escribió para finalizar con la fecha.

Al voltear nuevamente al afuera noto que ya no había nadie, sorprendida solo bajo la mirada y vio a Lili.

— Vamos Lili, adentro— entró y cerró la puerta, se quedó mirando un poco al exterior y enseguida cerro las cortinas fue a su cama y se quedó sentada mirando su diario unos segundos y al recordar lo de su madre, rápidamente puso el diario con su pluma bajo la almohada y salió sigilosamente al pasillo, paso el cuarto del comedor, la sala principal, la sala de música y enseguda a dos pasillos, se encotraria con la oficina de su madre, hubiera sido así hasta que volteando hacia atrás para ver que nadie la viera se escucho una puerta, al intentar voltear, chocó con alguien y dio un pequeño rebote.

— Auch!!, pero que rayos??— dijo subiendo su mirada para encontrarse con la sombría mirada de Albert, el mayordomo.

— Señorita Cristal, veo que se divierte caminando a escondidas—dijo volteando a ver su reloj de bolsillo.

— Oh, que tal Albert, yo, pues quería, ejem, oh!! Ir a la biblioteca—dijo declarando una idea recién ocurrida.

— Mm, Si, claro, señorita Cristal, me apena decirle que usted no puede andar a estas horas por los pasillos— se dirigió en modo de invitación.

— ¡¡¿¿Pero que, por que??!! ¿Que significa eso Albert? ¡¡Son apenas las nueve!!— exaltada dio media vuelta y volvió.

— Lo siento señorita Cristal, son ordenes de su madre, por favor, ya vuelva, podrá hacer cualquier actividad que le beneficie en su cuarto y deberá dormirse a las diez
—Muy bien, volveré yo sola, gracias por esa información — dijo encaminándose hacia su habitación con un tono irónico y molesto.

—oh!, señorita Cristal, una cosa más—

—Diiime Albert— dijo Cristal refunfuñando

—"Pero que rayos" es vocabulario que so madre aceptaría— dijo como consejo a Cristal

—Ah!!! Eh, jeje, ok, si, me marcho, ¿ok? —dijo dando la vuelta.

— Mm, pero que le pasa a mi madre, cosas que me beneficien, todo lo que yo hago es bueno para mi y para los demás, deberé explicarle que fue una broma o algo parecido, entre eso puede contar como una revelación pero nunca me quitaría la vida de verdad, eso es de idiotas y cobardes— iba susurrando para sí misma.

Al llegar a su recamara, se hecho un brinco para caer acostada sobre ella, después de un rato de meditación, decido cambiarse a su pijama pues decidió mejor dormirse.

Hola lectores, agradezco que me lean y pido una disculpa por haber eliminado el libro. Lo estoy reeditando y lo continuaré.

Gracias.