Una historia de nunca acabar

Intro I

- No se por donde empezar. .

- Desde pequeña siempre fui diferente en muchos aspectos a las demás niñas que eran de mi edad. A lo largo del tiempo he tenido muchos problemas personales, desilusiones, traiciones, desamores, etc. Cuando era pequeña me preocupaba por buscarle un Ken a mis Barbies, pero nunca lo conseguía. Tuve que madurar a temprana edad, pues cuando tenía 7 años nació mi hermanito y mi hermana y yo teníamos que cuidarlo. Pero con el pasar de los años era yo quien estaba más pendiente de él, pues se había vuelto algo especial ya que por él es por quien yo vivo. No solo eso también tuve que cuidarme yo solo desde que era pequeña, con tan solo 6 años de edad me quedaba sola en mi casa. Cuando tenía 13 años tuve mi primer novio, muchas personas lo ven estúpido y hasta ilógico, pero con esa edad ya yo estaba enamorada. Se había convertido lo mejor que me había pasado, unos meses más tarde terminamos y hoy por hoy no recuerdo las razones. Con el pasar del tiempo tuve varios novios pero ninguno se comparaba con él, un día decidí no tener más novios, y empecé a andar con uno chamo diferente cada semana sin importar lo que la gente pudiera pensar, al fin y al cabo nadie tiene derecho a juzgarme o a señalarme, solo yo se por que hago las cosas, solo yo se quien soy. Pero un día todo cambió en mi vida, alguien llegó para cambiarla y aún no se decir si fue para bien o para mal, solo se que no volví a ser la misma de antes. Esta persona convirtió mi vida en un antes y un después.

Parte I

- Un día inesperadamente el llegó de la nada, empezamos a hablar pero no era constantemente. Yo era indiferente con el, no le daba mucha importancia. Pasaron los meses y un día le dí mi numero de teléfono para que me llamará y ahí empezó todo. Hablábamos todos los días y a cada hora, nuestras conversaciones fluían así sin más, siempre había un tema de conversación. Me hacía reír con cada tontería que decía, era perfecto para mí y sin darme cuenta ya había caído en su juego. Los días transcurrían rápido y cada vez me gustaba más, me gustaba su sonrisa, sus lunares, sus pecas, todo de el me gustaba. Me encantaban esos pequeños momentos que pasábamos juntos, las risas, las tonterías. Es que acaso no son las cosas pequeñas las más insignificantes en la vida? Con los días me gustaba más y más, el me había devuelto la seguridad en mi misma, me sentía fuerte a su lado. Amaba ese brillo en sus ojos cuando se me quedaba viendo hasta que yo me daba cuenta. Me encantaba pasar tiempo a su lado, pero la felicidad dura poco pero esa parte aún no me toca contarla. Casi todos los días iba a su casa, veíamos películas o nos poníamos a escuchar música.