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Al otro día después de la tragedia, lo que había sido un ambiente ruidoso lleno de estudiantes murmurando y gritando de aquí para allá, se transformó en un aire sombrío con gente callada que murmuraba pequeñas palabras a su grupo de amigos. Todos alejados del pequeño moreno enfundado en un hoddie con la intención de ocultarse entre la capucha y la grandeza del mismo, mas todos reconocerían a la putita que arrastró a Payne fuera del clóset ante la luz pública donde y como fuera.

Zayn tragó saliva cuando plantó la mirada sobre un pequeño grupo de chicas que compartían la primer clase del día con él y éstas le dieron la espalda de inmediato, evitando cualquier contacto visual.

Su cabeza se agachó un poco, y así transcurrió todo el día; caracterizado principalmente por los estudiantes ignorándolo por una razón desconocida y la ausencia de Payne provocando una sensación incomprensible en él.

Su última clase concluyó; Artes era su favorita, les habían permitido pintar algo libre y él sólo... Dejó el lienzo en blanco, manteniéndose sentado en pleno silencio y odiando estar enemistado con Louis -aunque fuera culpa del ojiazul- porque ni siquiera le dirigió la mirada en toda la hora.

El timbre chilló y el único tarado que quedó en el salón fue él, siendo muy lento al recoger sus pertenencias y deseando golpearse a sí mismo tras recordar haber olvidado su billetera en el vestidor del gimnasio.

Se apuró por el largo pasillo, dirigiéndose al lugar mencionado con apuro. Tras empujar la puerta un temblor recorrió su nuca.

Estaba completamente vacío. Todos los días el equipo de baloncesto se quedaba a practicar y justo ese día no había un alma rondando por ahí.

Tenía miedo de estar solo y que alguien tomara provecho de su flacucha existencia para golpearlo.

Soltando un suspiro tembloroso, cerró la puerta doble a sus espaldas, oyéndola azotarse tan fuerte que dio un brinquito alarmado.

Una mano fue directo a su corazón, tomando aire para recuperarse.
Llámenlo dramático, pero cualquiera en su situación estuviera el doble de asustado.

Corrió atravesando la cancha y empujó la puerta de los vestidores con rapidez, trotando hasta llegar a su casillero. Los transpirados dedos resbalaban sobre el tornillo de la clave, haciéndole fallar una y otra vez.

Soltó un gruñido colérico fregándose el sudor de las manos de una grotesca manera en sus jeans.

"Vamos, apiádate de mí" le rogó a la placa de metal, logrando abrirla un par de intentos después "Oh, gracias al cielo" suspiró hurgando dentro y finalmente obtuvo su billetera. La colocó en su bolsillo trasero cerrando el casillero de un golpe y se apuró a la salida.

Uh, no tan rápido, pequeño.

Un cuerpo duro obstaculizó su retirada, haciéndolo caer sobre su trasero debido al impacto.

Un quejido adolorido escapó de sus labios y la fornida figura de dos deportistas entrando por la puerta le hicieron saber que estaba oficialmente frito.

Liam dijo que pagaría y al parecer la deuda era bastante pesada, porque si solo uno de ellos era capaz de desfigurarle el rostro, no quería imaginar lo que Shawn y Michael podrían llegar a hacerle.

Su cuerpo empezó a temblar de repente mientras lo rodeaban vez tras vez, escaneándolo con la mirada.

"Hola Zayn" fingió simpatía el castaño, deteniéndose a sus espaldas. El aludido tragó saliva respondiendo un leve saludo que se pareció más al último aliento de un cachorrito herido.

"¿A dónde ibas tan solo?" inquirió el peliazul, cruzándose de brazos frente a él.

"Ehm... A mi... ¿Ca-sa?" balbuceó innegablemente pálido. Necesitaba un milagro que lo sacara de ahí ileso... O al menos con vida.

Ambos soltaron una tanda de carcajadas que calaron los oídos del menor como palas de hierro en la arena. Soltó una risita forzada en un intento por mantenerse a salvo.

Michael se detuvo abruptamente, clavando sus iris azules en él.
"No me gustan los bocones, ¿Sabes? Menos si se meten con alguien de “mi” equipo" el azabache intentó detener las lágrimas que empezaban a emborronarle la vista.

Shawn se hincó junto a él, dándole un apretón en el hombro.
"Descuida, vamos a hacer el intento de no dejarte irreconocible" murmuró en su oído "Pero si fuera tú, no me confiaría mucho" una mano brusca lo haló por la mochila, dejándolo sobre sus pies para arrojarlo contra la hilera de casilleros.

El moreno se quejó acongojado e intentó cubrirse con sus pequeños brazos cuando un filoso puño quiso ir directo a su lloroso rostro.

Michael volvió a reír, tirando del pelo azabache para hacer contacto visual.
Zayn sollozó aterrorizado.
"Por favor, les juro que no fui yo. T-ambién me afectó a mí, ¿Por qué iba a hacerlo?" soltó sofocado. Las palabras obstaculizadas debido a su respiración agitada.

El agarre en su cabello fue reforzado por un iracundo ojiazul.
"No te creo una mierda" escupió rudo antes de arrojarlo al suelo y comenzar a patearlo. Shawn se unió segundos después, haciéndose en cuenta que se trataba de un balón de fútbol y no una pobre víctima inculpada de cometer el delito.

El llanto lo asfixiaba por momentos, manteniendo la cabeza entre el hueco de sus brazos para evitar mayores daños, pero fue hasta que Clifford lo giró bruscamente apoyando una sucia converse sobre su estómago, haciendo presión y dificultando el proceso respiratorio del azabache.

"Lámelo" ordenó mirándolo desde arriba. El niño parpadeó confundido "Mi zapato, límpialo con tu lengua" Zayn ahogó un sollozo, intentando apoyarse en sus codos para hacer lo exigido. Lo menos que quería era ser golpeado otra vez "¡Así no!" el peliazul pisoteó su estómago, sacándole un quejido que lo dejó boqueando en el suelo. Una fuerte patada en el labio lo hizo retorcerse. Ni siquiera podía correr, Shawn estaba ahí para atraparlo y violentarlo aún peor si así le parecía.

"¿¡QUÉ DEMONIOS HACEN?!"

Dedicaciones a gente hermosa.

lapatadonaldaahre

Lilo_Tops

jxvadd

bekello

CatalinaG709

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You chose it wrong, bro! (ZIAM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora