Pieles ; larry stylinson

¿Por qué te causa gracia que yo sea diferente?

Harry se acercaba a la cafetería de siempre en busca de su tan habitual café.

Después de haber pedido su descafeinado sin azúcar se sentó en su asiento de siempre junto a la ventana.

Intento leer su libro, pero unas incesantes risas hicieron que levantara la cabeza.

Al otro lado del café, casi en la oscuridad del lugar, en la última mesa, se encontraba un chico con los ojos azules más brillantes que alguna ves vio. Pero sus hermosos ojos eran opacados por la gran deformidad de su rostro a un lado de su cara.

Y justamente en frente estaban dos pillos de menos de 15 años de los que provenía la tan escandalosa risa.

Harry no pudo más que sentir pena y un horrible dolor en su corazón, ya que pudo ver como el chico desconocido de hermosos ojos azules y cabello castaño tomaba sus cosas y trataba de salir lo más rápido del lugar con lágrimas en los ojos.

Cuándo intento pasar camino a la puerta uno de los chicos que se reía de él, le puso el pie haciendo que el chico cayera de cara al suelo.

Harry sin pensarlo dos veces fue a ayudar al chico a pararse, ya que aunque el café estuviera en su mayoría lleno nadie lo intento ayudar y siquiera lo miraron dos veces más que para dedicarle miradas de puro desagrado.

El de ojos  verdes le tendió su mano ayudándole a parar y tomando algunos de los libros que se le habían caído. Cuándo ya había logrado levantar al de ojos azules inmediatamente les dio una mala mirada al par de chicos que seguían riéndose ocasionando que se callaran y se metieran en sus asuntos.

-¿Te encuentras bien? -Harry trataba de conectar su mirada con la de aquel hermoso muchacho, pero simplemente el otro la evitaba mirando sus pies con gran interés y tomando los libros que el rizado le pasaba.

-S-sí, gracias.

Sin más el chico aún con la mirada gacha salió por la puerta del lugar dejando a Harry pensando en lo hermoso que era ese chico de ojos azules, pelo castaño y manos pequeñas.