Capítulo 13º

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Son las 3 a.m. Mi mama ronca como un oso. Magico yoga. Ahora soy yo la que no puede dormir. Es por lo de Dante. Creo que lo he invadido demasiado. He tocado algo que le duele muchisimo y me siento culpable. Es posible que, ahora sí, no quiera volver hablar conmigo. Hay ocho bolas de papel en el suelo. Son todas las cartas que empecé a escribirle, pero no encuentro las palabras exactas para decirle cuanto lo siento sin darle la oportunidad de mandarme al diablo. Va otra....

Dante, siento mucho haberte molestado. No volveré a preguntar nada que tenga que ver con eso que tanto te duele. Por favor, disculpame. No tengo ninguna mala intención, pero como me dijo alguien alguna vez "de buenas intenciones esta empedrado el infierno" Cuando vuelva a encontrarte , solo dire: "Hola". Empecemos de nuevo. No intentaré descubrir nada que tu no quieras demostrarme.

Maria Fernanda

Así de simple. Sin beso ni nada. Espero que funcione y me responda pronto.

Hoy hice algo que antes no se me hubiera ocurrido hacer ni loca. Antes de conocer a Dante. Cuando acabó la clase de Geografía, me acerque a hablar con el profesor Vélez. Le dije que solo quería disculparme por haber estado desatenta y por no haber puesto más interés en su clase. El pobre se quedó mirándome confundido, luego se sentó en el escritorio, cruzó los brazos sobre la panzota y dijo: " Es la primera vez, en todos los años que llevo enseñando en este colegio, que un alumno se acerca a pedir disculpas sin que, de por medio, haya una amenaza de expulsión o algo asi. La felicito y te agradezco la consideración, señorita Linares. Estaré entonces pendiente de su progreso en mi curso" . Recogió su maletín y se fue a rascándose la cabeza y despeinandose los cinco pelos que le quedan. Me sentí bien y me fui pensando:

"Las oportunidades de progresar se acaban". ¿Dante me habra respondido?


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