V

445 66 39
                                    

V

.
.
.
╰☆╮

Sentí que algo picaba mi cabeza, e hice un esfuerzo por apartar lo que fuese que me estuviese molestando. Podía oír voces que se dirigían a mí, pero de alguna forma intenté ignorarlas, volviéndose más insistentes.

—¿Está muerto?

—Claro que no estúpido.

—Hey, Spring, despierta. —continuaron picando mi cabeza.

Me removí un poco y solté un gruñido de molestia, enviando un puñetazo al aire.

Estaba claro que no había logrado golpear a nadie, aunque hubiese querido.

—Springtrap, cálmate y ya despierta de una buena vez. —Exclamó una voz perfectamente conocida que destacaba de las demás por ser terriblemente odiosa.

Abrí los ojos y miré con suma irritación a aquellas dos personas a mi lado.

—Hasta que despiertas. —suspiró cansado un castaño de ojos azulinos.

A su lado se encontraba Foxy, y mi malhumor creció. Estaba seguro de que él era el que había estado picando mi cabeza desde los últimos quince minutos en el que trataba de conciliar el sueño de alguna forma.

—Si serás idiota, Springtrap —negó con la cabeza el pelirrojo—. Incluso ya ha pasado el receso. El profesor está en camino, por cierto.

—Tsk, ¿y para eso me despiertas? Déjame descansar y no jodas —estaba por acomodarme pero tiró de mi cabello—. ¡Oye!

—No dormiste anoche, ¿verdad? —Foxy puso una expresión preocupada en su rostro.

—¿Y qué pasa si es un sí? —inquirí, apoyando mi mentón en una de mis manos. Solté un suspiro frustrado y esta vez Freddy tomó la palabra.

—Esto no te hará bien... —fue como un simple comentario que quedó en el aire, pues yo no le di mucha importancia.

No me importaba si era bueno o no para mí. No tenía muchas opciones.

Y a pesar de mi clara molestia por la preocupación innecesaria de esos dos, Foxy decidió darle la razón a Freddy para fastidiarme más.

—Springtrap..

—No digas nada. Sabes que tu opinión me importa muy poco. —gruñí, mirando hacia otro lado.

—Pero qué mal genio tienes. —llevó una mano a la cara, resignado—. Yo sólo digo, como tu amigo tengo el derecho de reclamarte cada una de tus imprudencias para que no se repitan.

El bastardo era astuto.

—No es necesario que me lo recuerdes cada minuto de mi patética existencia —un intenso dolor se apoderó de mi cabeza. Demonios, necesitaba dormir algo—. No tenía opción... La tarea...

Foxy suspiró.

—No exijas demasiado de ti. —palmeó mi cabeza cual perro.

—No necesito tu lástima.

—Tengo una idea.

Freddy logró llamar mi atención, pero principalmente la de Foxy, quien ahora parecía intrigado. El castaño, sin embargo, no me dio el privilegio de saber su respuesta y, en cambio, decidió llevarse a rastras al ojiámbar hacia un lugar más apartado. Ante esto no me permití mostrar mi decepción debido a ese hecho, y mientras ambos hablaban más alejados me limité a mirar hacia adelante. Curiosamente para mí, tanto Bonnie como Golden no se encontraban sentados frente a mí.

Ladee la cabeza y bostecé ligeramente. Al volverme hacia la puerta pude divisar a aquellos dos chicos adentrándose en el aula mientras cargaban algunos libros. A juzgar por la materia que deberíamos estar estudiando ahora mismo, se trataba de pesados y extensos libros de historia.

Próceres y más próceres...

Algunos pensarían que me falta algo de sentido del nacionalismo.

Tanto Freddy como Foxy se volvieron hacia los recién llegados. El primero le susurró algo en el oído al pelirrojo y éste pronto soltó una risotada. Confuso, observé cada acción de ese par; y mientras el castaño se acercaba a Bonnie, Foxy se acercó a Golden.

Realmente deseaba saber qué tenían en mente esos dos.

Pude notar que el rubio asentía con cada palabra de Foxy a la vez que me miraba. ¿De qué podrían estar hablando? Sólo esperaba que no fuese de mí.

Golden asintió por última vez y la conversación entre esos dos dio por finalizada. Arquee una ceja confundido y entonces Foxy se volvió hacia mí, guiñándome un ojo. ¿Qué?

No sé, pero esto no me huele bien.

O eso creo, al menos.

Nada que provenga de esos dos puede ser bueno.

Miré distraídamente al rubio quien había colocado los libros sobre el escritorio del profesor. Se volvió hacia mí y, como si por un momento se lo hubiese pensado, tímidamente se acercó a mi mesa. Yo simplemente lo observé hasta que se detuvo frente a mí. Sonrió de manera vergonzosa antes de abrir ligeramente su boca para hablar.

—Hola... Foxy dijo que tenía un proyecto que terminar junto a Freddy y Bonnie, así que... ¿Puedo sentarme contigo...?

Susurró.

Me quedé un poco anonado.

No había ningún proyecto pendiente, por lo que era claro que se trataba de una mentira.

Esos dos pendejos...

—S-sí...

Contesté con un tono de voz bastante idiota que, al parecer, no fue de mucha importancia para el contrario.

—Gracias... —sonrió.

Esa sonrisa...

Por primera vez él me ha sonreído.

¡Parezco colegiala enamorada, ya basta!

Con la diferencia de que yo no estoy enamorado, claro que no. Simplemente me agrada el chico, ¡y eso es todo!

Eso es todo.

—De nada. —le devolví el gesto de forma débil.

Luego de ello, él tomó sus cosas para sentarse a mi lado.

Y yo, por un momento, me quedé pensando en esto detenidamente.

Estaba nervioso.

Y feliz.

Pero también un poco confundido.

Una bola de papel golpeó mi cabeza. Como era costumbre, solté un gruñido pero no miré hacia la dirección de donde provino. Me limité a revelar el mensaje de su interior y de un remitente muy obvio:

«A ver si esto apacigua un poco a la fiera...»

╰☆╮
.
.
.

Frennie, Fonnie o Frexy. Esa es la cuestión(?

Espero les haya gustado ^^

~Sunny_NekoTrap99...

Cuando Cantan las Estrellas (Springden)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora