Voy a protegerte

Capítulo 2

—¿Vas a dejar de defender a los Omegas o quieres mas golpes?—El gigante Alfa me miraba desde arriba, creyéndose superior.

—Sigue golpeando, aun no me has roto las costillas.—Declare  riendo.—Podrás humillarme, golpearme, matarme pero jamás harás que tus padres siquiera estén orgullosos de ti, eres una vergüenza para los Alfas.

—¡Voy a matarte imbécil! —Grito mientras seguía golpeandome.

El aire se me fue, mi Omega interior estaba en una esquina, llorando, ¿Porque debía seguir las ordenes de una persona? ¿Porque eran Alfas? Era un estúpida sociedad.

Algo crujió, por su sonrisa se que fue una o talvez dos de mis costillas, un profundo dolor en mi estomago se hizo presente, mas rápidamente lo deseche como si fuese un papel. Sangre fresca brotaba a chorros por mi boca ¿No era eso algo divertido? El sabor metálico era realmente satisfactorio.

Sus golpes se detuvieron cuando mis ojos se cerraron, supe que nuevamente el director me salvo, no lo hacia porque quería, lo hacia porque seguramente no deseaba tener su piso manchado de sangre, mi cuerpo fue levantado, podía estar inconsciente, pero veía las cosas, o al menos las sentía.

¿Cuantas veces había recorrido el mismo camino? ¿Diez? ¿Treinta? Después de un tiempo te dejan de importar esas cosas.

Dereck

—¡Bienvenido Dereck!—Grito mamá feliz a la vez que con Cora y Laura.

—¡Hey solteras!—Grite a Cora y Laura mientras estas me fulminaban con la mirada.

—Tu tampoco tienes novia, silencio.—Dijo mamá avergonzando me como suele hacerlo cada vez que vengo.

Entre saludos y pastel se nos fue la tarde, estaba en la habitación de huéspedes, cuando entro Scott.

—¿Conseguiste agua primo?—Dije con burla.

—Conseguí un buen polvo mañana así que te perdono.

Gire a verlo dándome cuenta de las múltiples heridas en sus nudillos.

Había sangre en su ropa.

—¿Has estado metiéndote en problemas nuevamente? ¿Quien fue esta vez?

—Un pequeño bastardo que me insulto, nada importante.

—Scott, nadie te insulta, solamente no soportas que te digan la verdad.

Me miro con enojo, una cara que adoraba poner en su muy feo rostro.

—Vas arrepentirte, un día vas a sufrir grandemente por todas las veces que me has humillado.—Dijo antes de salir de la habitación.

Yo no lo humilló, solamente como dije antes, es de ese tipo de persona que no soporta que alguien le gane en algo, según el tiene que se mejor que todo y todos.

Vaya estúpido.