❧Terrible Obsesión. |《Adrien y Tú》|

【·Narrado por Tn_·】

Narra Tn__:

Al leer aquella nota no pude evitar sentir un poco de miedo, muchos pensamientos malos venían a mi cabeza atormentándome, me sentí tan mareada que tuve que sentarme en mi cómoda cama para no caer al suelo por mis temblorosas piernas, sostenía la carta con mis manos, ¿qué regalo me daría? Dijo que no serian partes de cuerpos, ¿debería creerle? ¿Sabría quien es mi acosador? No creo, el dijo que no llevara a nadie y que solo me daria un regalo...¿Debería ir al parque?...Claro que si, quien sabe que puede hacer por no asistir al parque, lo más seguro es que reciba uno de sus castigos...

—Iré mañana...Veré que regalo me dará. —Me arropé completa boca arriba cerrando mis ojos para caer dormida en los brazos de morfeo.—

—Al día siguiente—

—¿Umm?...—Me desperté por los rayos del sol que reflejaban en todo mi rostro, me quejé levemente sentándome en la orilla de la cama, miré el calendario que se encontraba frente a mi, Viernes 17 de septiembre, suspiré al recordar la quedada del acosador, con pesadez tomé mi celular revisando la hora, 10:23 am, me levanté de la cama yendo al baño para hacer mis necesidades, lavé mi rostro y cepillé mis dientes y me di una refrescante ducha para ir a la escuela, al terminar salí del baño caminando a mi armario observando detenidamente la ropa que tenia, me decidí por unos shorts negros junto con un sweater de color blanco y rosa con letras en japonés, unas medias negras hasta el muslo junto con mis botas negras, cepillé mi cabello para perfumarme con olor a fresa, salí de mi habitación bajando las escaleras llegando a la cocina, en la mesa divisé un plato de cereal junto con una nota, me senté en la mesa tomando la nota entre mis manos, al ver la horrible caligrafía al instante supe que se trataba de Ozzu, leí el contenido lentamente tratando de leer lo que decía, sinceramente creo que Ozzu escribe en árabe.

“Hola enana, hoy me tuve que ir temprano a la escuela por un proyecto, te dejé el desayuno listo, disfruta!”

—Itadakimasu!. —Tomé la cuchara y comí de mi cereal disfrutándolo, al terminar lavé mi plato subiendo las escaleras para tomar mi mochila y salir de la casa caminando por las calles soleadas de París. Luego de una larga caminata llegué a mi escuela, entré a mi salón viendo pocos estudiantes...Quedaban muy pocos por culpa del acosador, un poco de nostalgia llegó a mi al recordar a todos mis amigos haciendo desorden cuando la profesora salia del salón...Sonreí nostálgica tomando asiento al lado de Rose, ella me saludó, dejando mis cosas le devolví el saludo sonriendo levemente, extrañaba a Marinette, ella era una gran amiga, solo me queda Alya...No creo que dure mucho...—

—Muy bien alumnos tomen su libro de álgebra y busquen la página 244 y hagan los ejercicios. —Todos tomamos nuestro libro de álgebra en la página indicada empezando con los ejercicios aburridos.—

—Después de Clases—

—Y recuerden leer la historia de Aristóteles para el lunes, bien, pueden irse a casa. —Salí del salón lentamente, bien sabía que iria al parque ahora, no pienso ir más tarde puede hasta violarme. Caminando al parque algo ligero chocó con mi cabeza, me volteé y en el suelo vi una pelotita de papel, la tomé y la abrí leyéndola.—

“Eres bastante lista con ir al parque a esta hora, te espero allí~
ATT: tu guardián~”

—M-Mm...—Torcí mi sonrisa un poco mirando hacia los lados para no encontrarme con nada, suspiré siguiendo mi camino al parque, veía un montón de personas caminar por las calles, al llegar al parque decidí esperarlo en mi árbol favorito, de todas maneras el vendría a mi.—

—Tn__~ —Un gran escalofrío recorrió mi espina dorsal, mis vellos se pusieron de piel de gallina y mis piernas empezaron a temblar un poco, bien sabia yo que no podía voltear a ver o malas consecuencias tendría ese acto, pude sentir un pañuelo cubrir mis ojos evitando ver algo en ese momento unas manos me voltearon quedando frente a él, mi cuerpo parecía una gelatina de tanto que estaba temblando, escuché su risa burlona.— ¿Te doy miedo pequeña~?. —Susurró en mi oído roncamente haciendo que mi cuerpo reaccionara a un gran escalofrío.— ¿Que pasó pequeña~? ¿El gato te comió la lengua~? Bueno, a lo que vinimos~ extiende tus manos pequeña~

—S-Si...! —Mi voz era temblorosa y tartamudeaba mucho, extendí mis manos justo como me pidió, pude sentir un peso liviano en mis manos, sentía curiosidad.—

—Quiero que lo veas cuando estés en tu casa pequeña~ Lo guardaré por ti en tu bolso~ —El peso de mis manos se fue y sentí que abrió mi bolso para dejar el objeto allí.— Listo pequeña~ Y para terminar con nuestra quedada~ Te amo demasiado Tn__. —Sus brazos formaron un abrazo besándome tiernamente, de alguna manera el beso me gustó, no era brusco ni forzoso, era cálido y tierno, sentí todos sus sentimientos hacia mi, expresaba su amor, pero el...Solo me dejaré llevar...Si señores correspondí su beso de la misma manera, luego de un corto tiempo se separó y junto nuestras frentes.— Te amo, mi linda Tn__, te amo mucho aunque no lo creas, siempre anhelé decírtelo en persona, solo falta decírtelo cuando sepas quien soy, bueno, me tengo que ir~ Ya sabes, no voltees hacia atrás hasta 5 minutos si desobedeces ya sabes que pasará. —Me volteó como estaba antes dándole la espalda, quitó la venda, oí como se iba por detrás, la curiosas era demasiada, peronsi volteaba...No...No voltearé. Pasaron 5 minutos y empecé mi camino a casa, miraba el cielo azul tan hermoso, suspiré al recordar el beso, aunque no quiera admitirlo sabia que me gustó su beso, no puedo negarlo...Llegué a casa subiendo las escaleras, Ozzu no habia llegado por lo cual entré a mi habitación sacando el regalo, lo tomé entre mis manos y lo examiné con curiosidad, era una cajita musical, se me hace tan familiar de alguna manera...Como si ya la hubiera tenido...La abrí y me encontré con una dulce melodía escalofriante pero a la vez tranquila, divisé un collar en forma de conejo, eso...Es tan familiar...Siento como si ya hubiera tenido estas cosas, pero no logro recordar bien si tenia esto...Suspiré y me coloqué aquel collar tan familiar para mi, y guardé la caja musical en mi gaveta, me acosté en la cama observando al techo suspirando.—

—Tengo recuerdos borrosos de mi infancia...Y sigo con aquella duda de quien era aquel rubio su lloraba...Su cara sigue borrosa...—Extendí mi mano al techo mientras con la otra sostenía mi collar.—