2. Chico misterioso y venganza

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Diana 

-Supera tu timidez ya, Diana!- susurro para mí misma. Si tan solo estuviera Allison aquí, minimizaría esta situación, ella es tan buena arreglando este bochornoso caso. En fin, me tranquilizo y camino un poco de prisa para llegar a mi asiento, junto a él.  Ya está, me siento y pongo mi mochila en el respaldar de mi silla.

-Mm... nos veremos mucho más seguido- dijo una voz conocida. Me volteo y lo miro, tiene la cabeza inclinada hacia su anotador. No me mira pero tan solo su presencia me pone roja como el tomate.

-Creo que si-le digo tímidamente. Diablos, todo este año tendré que verlo y creo que nunca podré superar esto que siento.

-Bueno, parece que alguien está distraída y no me sorprende que sea usted señorita Torres- anunció la profesora Jiménez. Maldición, otra vez me hace pasar vergüenza. El chico sin nombre voltea por un segundo a verme y luego regresa a la posición que estaba.

-Eh... disculpe profesora, no fue mi intención...

- Déjalo, no tiene caso, parece que nunca cambiaras- me interrumpe. Está en toda la razón, nunca lo haré. Siempre seré la chica tímida, distraída y torpe de la escuela.

 Me acomodo en mi asiento y escucho la clase de literatura. Uno de mis sueños es ser escritora, es mi pasión. El otro es estudiar idiomas, ser una traductora muy buena pero para eso tengo que trabajar duro.

Adrián

“Volveré hijo mío, para salir mañana todo el día… será un día muy especial”.

Eso me había dicho mi padre, cuando tenía 13 años. Sonó a una promesa que él iba a cumplir pero no lo hizo. La muerte se encargó de eso, ella y el tipo que lo mató. Cumpliré lo que le prometí en su tumba: voy a vengar su muerte, no descansaré hasta que el culpable pague por lo que hizo, de alguna u otra manera. Llevo odio y rencor, tanto que puede destruirme como también hacerme más fuerte.

Escuchó que alguien toca la puerta de mi habitación y sé quién es, ya que solo somos nosotros dos. Es mamá

-Puedo pasar?- me pregunta. Pasa unos segundos y al ver que no contesto, abre la puerta y se queda en el umbral.

-Adrián, me preocupa que estés metido casi todo el día aquí- repuso.- Desde la muerte de tu padre, no haces otra cosa que estar pensando en Dios sabe qué.

-En vengar la muerte de mi padre, lo sabes muy bien mamá- le repliqué

-Cariño, créeme que a mí también me gustaría buscar a ese tipo que lo hizo y lo pagara muy caro, pero tú tienes que vivir tu vida. Ser un adolescente normal.

Ser un adolescente normal. Eso ya no aplica a mí, el odio se encargó de devorar esa etapa en mi vida. Lo único que quiero es venganza. Solo eso y nada más.

-Ah, ya no se qué hacer contigo… bueno, la escuela se encargará de eso- susurró

-Escuela?. No tengo tiempo para eso. Tengo que...

-Irás a la escuela, te gusté o no Adrián- dijo en voz alta.- Tienes 17 años y debes terminar la escuela, no puedes truncar tus estudios por esa venganza que estas planeando.

-La escuela no me va a dar lo que necesito, será una pérdida de tiempo!- exclamé.

-Ya te matriculé, así que no puedes hacer nada al respecto, irás a partir de mañana y no se discute más este asunto!. Da la vuelta y cierra la puerta fuertemente.

No quiero pensar en los estudios, ni en amistades ni a lo que me pueda esperar en esa escuela. Quiero venganza, solo eso y no pararé hasta conseguirlo.

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⏰ Última actualización: Apr 23, 2014 ⏰

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Dulce VenganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora