Retorno a la Isla de los Perdidos|MalxHarry|Descendientes2

01|Mapa

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La hija de la Emperatriz de mal fue al pequeño despache de su madre, ese lugar donde estaba "prohibido entrar", conocía bien a su madre para saber que pasaría si ella hubiera entrado anteriormente al lugar, pero ahora ella no está.

Está encerrada en una cárcel anti-magia, obra del padre de su ex-novio. Maléfica no era la mejor madre, de hecho era hasta malvada con ella pero era su madre, quería hablar con ella. Quería competir con ella otra vez y pedirle consejos de maldad.

-Debí visitarla antes de irme, joder. Es aburrida la soledad.

Suspiro y sin mirar alrededor de aquel despacho, se fue directo a un pobre escritorio con varios papeles regados, se sentó en la silla y cogió varias hojas sueltas, dispuesta a organizar todo y de paso ver que tanto había en esto.

"Bahía Pirata"

Ese era el título de la hoja más maltratada del lugar, Mal rápidamente recordó al Capitán Hook, al cocodrilo de la perdición y los hermanos de Hook. Recordó que se llevaba bien con Harriet, CJ la odiaba y Harry...es normal que él también la odiara.

Sacudió su cabeza suavemente y le dio una pequeña leída a lo que decía, era algo geográfico, por donde de encontraban atajos, moradas de los villanos que vivían, algunos lugares estaban tachados y algo resaltado le llamó la atención.

"Dalisa"

La peli-morada empezó a interesarse en los papeles y luego de darle un vistazo a los demás con más detalles, se dio cuenta que tenían secuencia, podría decirse que eran parte de un libro, todos con apuntes al lado. También lo último era un mapa de esa parte de la Isla, casi todos los puntos borrados...menos uno.

-¿Que tenías en mente, madre?

Se levanto de la silla y se fue a la estantería de libros, buscando algo, tal vez había dejado más apuntes. Sin encontrar nada superficialmente fuera de lugar, pensó un rato.

-Si fuera Maléfica, donde pondría una libreta con apuntes...

Donde guardaba su libro de encantamientos

Sin pensarlo más fue hasta la caja fuerte disfrazada de congelador y haciendo fuerza la pudo abrir. En el interior había varias libretas, solo una con un candado y color violeta, las demás eran sencillas.

Empezo con las que no tenían candado, solo eran más datos, otro de posiciones para principiantes hasta que llego a uno donde decía más sobre un lugar recóndito en Bahía Pirata.

"Dalisa, infierno de la Isla de los Perdidos"

Eso era...

Sin pensarlo dos veces, se quito su característica ropa para ponerse algo ligero, y encima de eso una chamarra con capucha, su mochila, cogiendo la libreta y el mapa fue hasta allá.

Caminó discretamente, sin que nadie la reconociera o eso pensaba la hija de Maléfica, cada vez que avanzaba recordaba más que ya había recorrido aquel camino, le invadió el recuerdo de con quién caminaba por ahí.

Empezaba a oscurecer y dudo si debía seguir pero recordó que lo mejor sucedía en la noche, con adrenalina y temor siguió el camino, metiéndose a una cueva subterránea...se dio cuenta que no necesitaba el mapa pues este lugar lo conocía demasiado.

Llego al final de la cueva y lo que ocultaba aquel bostezo de la tierra era una pequeña laguna pues este era una de las fronteras con la barrera mágica. Con los años se había vuelto un lugar bonito pues tenía plantas pequeñas o eso solo pudo ver pues la luz del atardecer ya no llegaba.

-¿Se puede saber que diablos haces aquí? Me sorprende que recuerdes todavía el recorrido a nuestro nido.

Aquella voz acompañado con una risa sarcástica sobresalto a la oji-verde, claro que sabía quien era.

-Yo debería de preguntar eso, Harry.

Volteo y pudo distinguir aquellos ojos azules en la oscuridad, llenos de burla y maldad, algo que nunca cambiaba, oh bueno casi nunca.

-¿No deberías de estar con tu princesa con pito? -Preguntó el chico del garfio, pues realmente le intrigaba que su ex-preferida hubiera regresado a la Isla.

-Eso no te importa- Respondió fríamente, le dio una chequeada a la cueva y no observaba nada fuera de lo común como para que su madre le diera tanta importancia.

Harry se limitó a reír, Mal si que había sufrido mucho retraso estando en aquel reino de idiotas con coronas, pues estaba sola, era de noche y tenia ropa muy pegada, dejando ver su trasero.

Adoraba el trasero de Mal pues siempre fue redondo y suave al igual que sus pechos, aunque antes eran pequeños, le dio una mirada a su busto y se mordió los labios.

"Le han crecido"

-Mal.

La nombrada seguía tan concentrada en mirar todo el lugar que simplemente ignoró el llamado de bucanero. Tampoco le importó que se le acercara silenciosamente.

El hijo del Capitán Hook se paro detrás de la peli-morada y le susurró al oído.

-¿Te das cuenta que estas sola y conmigo en este lugar?

Te metiste sola a la boca del lobo...

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Los capítulos de este fic serán cortos, gracias por leer uwu.