Baby Min's ; 05➳ ʸᵒᵒᶰᵐᶤᶰ

Min Soo

No podía creer que sería padre, la gran sorpresa de Jimin en la cena de la casa de su madre me llevó a un estado de shock, por varios días. No entendía como... Bueno, realmente si lo entendía como sucedió, ya que, últimamente nuestros encuentros sexuales habían sido algo... Calientes. Pero lo que por ahora si era complicado, no era precisamente el bebé, más bien, Jimin.

El cual, no dejaba de quejarse por sus constantes dolores, o sus insaciables ganas de comer todo lo que encontraba. Y yo que pensaba, que cuando estuviera en sus últimos meses, las cosas serían menos complicadas, pero llegaban las odiadas contracciones que lo despertaban a medía noche y me mandaba a la mierda por cualquier cosa.

Como ahora, Jimin llevaba un buen rato maldiciendo mientras acariciaba su pancita. Se veía demasiado adorable, pero su conducta era otra cosa.

Actualmente vivíamos juntos en un departamento que ambos odiábamos, pero no podíamos permitirnos más. Yo no tenía el mejor empleo, su remuneración era muy baja absteniéndonos de muchas cosas. A penas teníamos una cama y una mini mesa de centro, nada más.
De verdad teníamos muchas ganas de comprarle cosas a nuestro bebé, pero no nos alcanzaba. Solo mi suegra apoyaba entrecomillas, el hecho de que seamos padres jóvenes por qué, ¡joder! Cuando mi madre se enteró y vi el sartén con aceité salir por los aires y un montón de "Por andar con la pija suelta" y mejor no mencionó a mi padre, que lo más probable ande en la luna.

En fin, las complicaciones con la familia no era un tema que nos abrumara en realidad. Solo las diferencias que solíamos tener.

—Yoongi, el bebé no ha dejado de patearme... Realmente me duele.–Creó un puchero tierno.

—¿Quieres alguna pastilla o algo parecido?–me acerque hasta él, pasando mis manos por su barriga.

— ¡N-No toques! Se pone más inquieta cuando llegas y de verdad me duele, tonto.

Sonreí por inercia, amaba esa pequeña que aun no nacía.

— Entonces... ¿Unas pastillas?–Sugerí, elevando mis cejas, aún preocupado por su salud.

— Nada de pastillas, Yoongi... ¡Ya te lo he dicho un millón de veces! –Soltó un suspiro, levantándose de la incomoda silla.

— L-lo siento, lo había olvidado... –murmure incomodo.—Jimin... No tienes que levantarte, vamos, déjame...

— No Yoongi, está bien. Me haré un agua de manzanilla yo mismo.

— Cariño...– Y hasta ahí quedaba mi aporte, Jimin en si estaba más distante y por supuesto demasiado sensible.

Suspiré cansado, los días y las semanas siguieron pasando, las cosas mejoraron considerablemente, ya no existía esa distancia entre nosotros, hasta que obvio, tenía que cagarla.

Fue el día que nuestra bebé nació.

Se suponía que después del trabajo, con los chicos teníamos una reunión para clasificar las nuevas películas de terror, por lo mismo nos juntábamos en el departamento de Kyungsoo y poníamos la película para comenzar nuestra evaluación.

Lógicamente no sentí ningún mensaje por qué tenía todo en silencio, pero vaya que gran error había cometido.

Jimin me había estado enviando mensajes casi toda la tarde y cuando finalmente envió el último, le pregunté qué sucedía.