loveable «banglo»

love you

Junhong despertó estirando todo su cuerpo haciendo tronar algunos huesos. Sus dedos alcanzaron la pantalla de su celular para silenciar su alarma y se quedó unos segundos mirando hacia el techo maldiciendo a todo el mundo.

Buscó en su armario ropa abrigada encontrándose solo con sudaderas tallas más grandes y suéteres largos que le llegaban a la mitad del muslo.

"Supongo que unos skinny jeans irán con esto" dijo tomando una sudadera y un suéter para el frío mortal de la ciudad.

Caminaba por la calle escondiendo sus manos dentro de los bolsillos de sus pantalones arrepintiéndose de no haber llevado unos guantes.

"Eres un idiota, Choi Junhong" se insultó entrando a la escuela.

Los murmullos comenzaron a llegar a sus oídos que ya estaban acostumbrados a escuchar a personas hablando mierda sobre él. Ni el mismo sabía qué tipo de imagen tenían los demás sobre él pero tampoco le importaba lo suficiente como para perder su dignidad y preguntarle a uno de los alumnos. Mientras caminaba a su lado pasó el grupo de futbol quienes le miraron y sonrieron a lo cual Junhong solo rodó los ojos. Siempre hacían eso y admitía que le molestaba.

Entró a su salón y se fue hasta la esquina para ponerse los audífonos y esperar a que su maestro, el cual siempre llegaba tarde. Pasaron unos minutos y el salón estaba lleno causando demasiado ruido siendo imposible esconderlo con unos simples audífonos.

-Alumnos, atención por favor-dijo el director entrando- El maestro llegará tarde por cuestiones personales así que tienen la hora libre.

No habían dejado que el director terminara cuando ya todos salían del salón haciendo bulla. Junhong solo se levantó tomando su mochila no confiando en sus compañeros por desagradables experiencias anteriores.

Suspiró arrepintiéndose de no haber llevado una bufanda sintiendo como el frío se asentaba en su cuello haciéndole poner cuello de tortuga.

"¿A dónde debería de ir?" se preguntó sabiendo que todos se irían a la cooperativa, y la biblioteca no era una opción porque la abrían hasta después de recreo. La cancha era su única opción ya que estaba abierta, nadie se acercaba en hora de entrenamiento porque le tenían miedo al coach y no era tan frío como los demás lugares.

Se sentó en una de las gradas de en medio a ver como los jugadores entrenaban esperando que ninguno notara su presencia. Sacó uno de sus cuadernos y comenzó a garabatear cosas sin sentido.

-¡Hola, Junhong!-saludó Hyunbin acercándose a él.

Jun solo rodó los ojos y se puso sus audífonos. Le molestaba demasiado que se acercaran a él con esa actitud arrogante que obviamente lo hacían con una intención.

Hyunbin solo carcajeó y se dio la vuelta con la intención de tomar agua ya que estaban en descanso.

-Coach, lamento llegar tarde- resonó una voz gruesa en la puerta.

-Que sea la última vez, Bang-dijo el coach señalándole.

El mencionado solo asintió y se fue a calentar en su ropa deportiva.

Junhong le miro siéndole imposible apartar su mirada. La forma en que los muslos del mayor se tensaban era hermosa y más aún ver la expresión de esfuerzo en su rostro. Yongguk era guapo, era demasiado guapo a los ojos de quien le miraba.

-¡Yongguk, lúcete que una dama te está viendo!-gritó uno de sus compañeros causando carcajadas.

Junhong solo gruñó y se sorprendió al ver varios alumnos en las gradas riendo también. Estaba tan concentrado viendo a Yongguk que ni siquiera se dio cuenta que más alumnos se le habían unido. Las carcajadas de todos rebotaban por las paredes llegando a molestar a Junhong quien comenzó a guardar sus cosas molesto para irse nuevamente a su salón.