Quiero gritarte que me encantas,
que por tu culpa mi llorar,
no hace más que colmar
más que antes el lugar.
Quiero que sepas que tu culpa es
si en mis escritos llené
lágrimas por doquier.
Pero es que no sé si sos vos
o la inseguridad
que me hace parar,
y analizar,
que suficiente,
no seré.
Nunca odio a nadie,
pero llegaste vos,
eso te hace especial.
No me atrae gente fácilmente,
pero llegaste vos,
a encontrar el colmo de
mi chiste.
También quiero que sepas,
que si lo que escribo
es vacío,
tu culpa es.
¿Por qué existís?
Quiero que dejes de existir,
pero no podría sin vos.
Te odio,
y te amo.
Me siento estúpida hablándote,
pero sos lo único que me distrae.
No quise contarte
cómo mi corazón
se partía,
no en dos,
sino, hasta un trillón,
hablar con vos.
No fue ni intención
enamorarme
tampoco fue la tuya,
no amarme.
Pero quiero decirte,
que mis lágrimas no cesan
si no te hablo más,
aunque si te hablo,
en un abismo,
caigo.