Capítulo 2

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El pasado es duro, pero la actualidad puede darte compañeros que ayudarán a superarlo

El cielo estaba nublado. Las cenizas cubrían los cachos de madera quemada que antes había sido parte de mi pueblo. Los soldados ya se habían ido. Niños, niñas, mayores, adultos, adolescentes. Todos sus cuerpos yacían desparramados por ese infierno. Salí de mi escondite y comencé a buscar a mi familia.

Recorrí varias calles hasta que los encontré tirados todos juntos en el suelo. Me acerqué y noté que tenían los ojos cerrados y manchas rojas en la ropa.

— ¿Mami? ¿Papi? Despierten. Kim, Norm. ¿Por qué no abren sus ojos?— Los sacudí.— ¿P-por qué no respiran? ¡Mamá! ¡Papi! ¡D-despierten! ¿Que le pasa?— Comencé a llorar. — ¡Kim!— Me acerqué a mi hermanita menor. Acerqué mi oído a su corazón.

— No... No, Kim. Papi, mami, Norm... ¡No!— Grité con todas mis fuerzas. Comencé a llorar desconsoladamente.

Despierta

— Norm...

¡DESPIERTA!

Abrí mis ojos exaltada. Noté que tenía las mejillas mojadas y estaba llorando.

— Shh, shh, fue sólo un sueño, sólo un sueño...— Susurró Robin a mi lado.

Seguí llorando en su pecho mientras me abrazaba hasta que me quedé dormida allí mismo.

Me desperté antes que la alarma, como siempre. Abrí un ojo y miré la hora. Faltaban diez minutos para que sonara. Lo cerré de vuelta. Entonces, me di cuenta de que algo irradiaba calor desde mi espalda, y juraba que no eran las sábanas. Abrí los ojos y miré hacia abajo. Un brazo rodeaba mi cintura. Aire caliente chocaba con la parte trasera de mi cuello. 

Mi corazón comenzó a latir más rápido. ¿Había alguien en mi cama?

Con una mano corrí el brazo que rodeaba mi cintura. Acto seguido, me despegué del cuerpo hasta estar al borde de la cama, pero éste se acercó aún más. Mi respiración se aceleró.

Me di la vuelta para ver al intruso y descubrí a Robin. Enrojecí y extendí mi brazo hacia la bata que estaba apoyada en la silla justo al lado de mi cama, pero no la alcanzaba. Me subí la manta para taparme hasta los hombros y me estiré aún más. 

Vamos...

Me estiré demasiado y caí junto con la manta, causando un estruendo que despertó al muchacho.

— ¿Qué haces?

— N-nada. Sólo me levantaba para trabajar.

— Pero aún no tocó el despertador.

— Pues lo hará en cinco minutos

Gruñó y se acomodó de vuelta en MI cama. Agarré mi vestido azul y el delantal y pasé al baño. Allí me cambié y salí. Volví a mi cuarto, cogí el cepillo y me peiné.

Terminé de peinarme y me dirigí al negocio. Abrí la puerta con llave, Cambie el cartel de CERRADO y me dirigí a la barra. Unas puntadas por aquí y allá y el pantalón estaba listo. Sólo tenía que esperar a que la señora Pots llegara.

— ¡Robin!— Llamé. Inmediatamente la puerta de la casa se abrió y él se asomó.— ¿Que?

— Quédate aquí y espera a la señora Pots, y cuando llegue entrégale éste pantalón para su nieto.

— ¿Y cómo esperas que sepa quién es la "Señora Pots"?— Preguntó

— Cuando llega siempre dice "Soy la señora Pots".

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⏰ Last updated: Apr 02, 2023 ⏰

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