¿En El Día De Mi Boda Qué Debo Usar?

¿Vestido o traje?

||Narra Nagisa||

Me encontraba en un café de la ciudad esperando a que mi mejor amiga, Kaede-chan, llegara para que me ayudara con un pequeño problema que tenía y del cual apenas había decidido preocuparme como era debido.

Lo siento mucho Nagisa, unos fans me reconocieron y tuve que tomarme unas cuantas fotos y firmar un par de autógrafos-. Pude ver que estaba muy agitada, seguramente por haber llegado a la cafetería corriendo, con un pequeño gesto le di a entender que no pasaba nada y que estaba disculpada, ella tomo asiento frente a mí y una vez uno de los camareros del lugar tomo su orden, me miró intrigada.- ¿Y bien? ¿Cual es ese problema que mencionaste durante tu llamada? ¿Acaso sucedió algo con Karma? ¿Te hizo algo?

¿Eh? No, nada de eso, Karma no me hizo nada, todo con él esta yendo de maravilla a decir verdad, más ahora que nuestra boda esta casi a la vuelta de la esquina, pero es precisamente eso lo que me esta causando un problema-. Su mirada mostraba confusión inmediata respecto a mis palabras, era comprensible por lo que me apresure a aclarar lo que sucedía.- Verás, mi madre, Karma y yo hemos estado organizando todo cuidadosamente para que no halla algún fallo el día de la boda, pero con todo eso me he olvidado de una cosa: lo que yo usaré ese día, tenía planeado rentar un sencillo traje en algún lugar pero Karma insistió en que debían hacerme uno especial para la ocasión, todo hubiese estado bien hasta ese punto sino hubiese sido por Nakamura-san, que le metió la idea de que yo luciría muchísimo mejor usando un bello vestido blanco, ahora él y mi madre están discutiendo sobre que debería usar.

Bueno, pero eso es fácil de resolver ¿no? Tú eres quien decide-. Kaede-chan realmente creía que era así de sencillo, que equivocada estaba, eso de fácil no tenía absolutamente nada.

Quisiera que fuera​ así Kaede-chan pero no, Karma es realmente insistente y sabes que siempre logra lo que quiere pero a la vez mi madre después de lo que sucedió antes, ahora ella teme porque termine traumado o algo por el estilo si el día de mi boda me visto como "mujer", lo que yo no deseo es que terminen peleados de alguna forma, no sería bueno que ese día armen algún escándalo ¿verdad?-. Ella de inmediato comprendió lo que me tenía preocupado, se quedó pensativa un largo rato mientras comenzaba a comer lo que recién le habían traído, yo seguí tomando mi capuchino hasta que de pronto ella golpeo la mesa enérgicamente haciendo que escupiera a un lado mi último sorbo de capuchino.- ¡¿Kaede-chan, qué sucede?!

¡Ya tengo la solución a tu problema! ¡Tan solo necesito hacer unas llamadas y este asunto quedara resuelto en un santiamén!-. Mientras yo limpiaba mi boca con una servilleta vi como Kaede-chan sacaba su celular y comenzaba a realizar varias llamadas, lo cual me causó intriga y curiosidad.- ¡Listo, en media hora llegaran los salvadores que necesitas, estoy segura que ellos podrán solucionar esto sin contratiempos!

P-pareces confiar mucho en ellos Kaede-chan ¿que clase de personas son? Si puedo saber-. Ella tan solo se limitó a sonreír de manera maliciosa mientras comía el resto de su pastel de fresas, eso me hizo sentir un escalofrío, era como si Karma la hubiese poseído o algo así.

[<-~×∆×~->]

La media hora estaba por pasar cuando de pronto un par de voces bastante enérgicas se hicieron presentes en la cafetería, un par de personas habían entrado y hablaban muy animadamente entre sí, no iba a prestarles mucha más atención de la debida hasta que mi amiga les hizo señas para que se acercaran, tal parecía que eran sus conocidos que me ayudarían.

Nagisa, quiero presentarte a un importante diseñador de modas en Londres y su querida protegida-asistente: Kirie Michaelis Phantomhive y Hina Kageyama, ellos aceptaron ayudar con tu problema bajo un precio económico-. Ambas personas realizaron una reverencia mientras decían que era un gusto el conocerme, se notaba que la moda era lo suyo pues llevaban vestimentas bastante lindas y de apariencia lujosa pero sin exagerar, me puse de pie para presentarme y también realizar una reverencia.