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Sans amaba las mañanas, cuando despertaba al lado de Red, para él, era lo más débil en él mundo aunque siempre aparentaba ser fuerte.

Le gustaba acariciar con la pura mirada a Red, verlo dormir era una de sus más grandes actividades del día, inicialmente porque podía ver la paz que transmitía, haciéndolo suspirar

-Llevas 3 horas mirandome- susurro adormilado, era obvio que apenas había despertado

-Lo sé~- admitió enternecido por la voz de su rojito

Red aprovecho que Sans estaba ahí para acurrucarse en su pecho, buscando ese calor único en su existencia, Sans sonrió, eso quería decir que seguirían durmiendo y él podía seguir viéndolo dormir.

Un nuevo amanecer era un nuevo comienzo. Sans aproximó en la frente de Red para implantarle un suave beso que duro 2 minutos eternos, 2 minutos en los que sus fosas nasales se inundaban de la fragancia que lo embriagaba noche y día, Fragancia que no olvidaría

Del día a dia [Kustard]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora