Ivanna
- Hola, me gustaria saber cual es el numero de mi habitacion. Me matricule tarde y apenas me dieron la informacion basica- Le dije a la recepcionista de la universidad que si, era del tipo de cara de me acabo de comer un limon.
- Deme su nombre, apellido y año que cursara.- De verdad no entiendo por que estas mujeres no pueden ser amables.
- Ivanna monachelli, primer año- Ja ahi tienes, tambien puedo ser grosera
- Habitacion 320, su compañera es amanda reinolds- Y ahi se fue toda mi valentia, el nombre de mi compañera tenia la pinta de ser la propia chica rubia sin cerebro, pero bueno que se le puede hacer.
Dije gracias y me retire a buscar mi habitacion a ver si podia descansar de una vez. La verdad es que llegar a new york, siendo uno de un pueblo del sur con tan solo alrededor de 2800 habitantes, no era una tarea facil y mas para mi que era pequeña para mis 18 años y que a duras penas podia arrastrar mi maleta. Que fiasco de dia, pero bueno con tal de salir de la vida que llevaba en Georgia cualquier sacrificio es bueno.
Me dirigí a las habitaciones de chicas que quedaban un poco alejadas, pero a punta de mapas e indicaciones de personas di con el edificio que por cierto era gigante, parecia que cabia todos los habitantes de mi pueblo ahi. Pero bueno esto era new york, y la universidad de columbia por el amor de Dios que iba a ser grande.
Entre y fui directo a buscar mi habitacion y a conocer a quien seria mi compañera de cuarto por todo un año. Que emoción yay. Encontre la habitacion de una manera facil, toque y nadie contesto por lo que entre. En el momento que entre tuve la leve impresion que alguien habia vomitado aqui. Todo era de un maldito color rosado, bueno pues el lado que estaba hacia la puerta que suponia era el de mi compañera. Su sobrecama era rosado, sus almohadas de un rosado mas oscuro, las paredes llenas de estrillitas rosadas, jamas pense que existiria tantas tonalidades de rosado pero esta mujer dejaba a una princesa de disney por los suelos. Meti mi maleta y dirigi mi mirada hacia el que suponia iba a ser mi lado del cuarto, estaba de un blanco pulcro, como si de ese lado no hubiera llegado el lado de la magia de una hada madrina. Como a mi me gustaba, despues podria ponerle algunas cosas, para no quedar como un bicho rara, aunque de hecho creo que lo soy...
- Aaaaaaaaa!!! Holaaaaa!. -Salte al momento de escuchar el grito y voltee y me encontre con la que obviamente era la de reencarnacion de hello kitty que supongo era mi compañera de cuarto por supuesto, iba vestida de pies a cabeza de adivinen. ROSADO y obviamente
me equivoque al imaginar que era rubia, no amanda reinolds tenia el cabello rojo, no un rojo anaranjoso que te dan ganas de no volver a comer una zanahoria en tu vida, el de esta chica era rojo tirando mas a cafe y por supuesto ella era deslumbrante, de esas personas que te contagian a querer ser feliz, que creen en unicornios y aman los arcoiris, tenia una sonrisa de oreja a oreja, ojos color ambar, supremamente brillantes, sino hubiera visto su cuarto hubiera creido que consumia alguna sustancia alucinogena porque esta chica estaba demasiado feliz. Me di cuenta que me la habia quedado observando y aun no habia respondido.
- Hola, supongo que eres amanda no? - Esto de las introducciones no era lo mio, con lo introvertida que soy. Andy estuviera aqui y me hubiera mandado a volar. No debo ir por esos pensamientos,
no debo pensar en el. Mi compañera con su sonrisa de oreja a oreja me respondio.
- Si soy yo, bienvenida a nuestro cuarto, espero que te guste, no me queria meter con tu parte del cuarto porque me parecio una intromisión no queria violar tu privacidad pero si quieres que te ayude a decorarlo aqui estoy. Me alegro mucho de que estes aqui, pense que no iba a tener compañera de cuarto porque no me habian asignado a nadie pero queria toda la experiencia de la universidad tu sabes eso de tener compañeras para salir y hablar por las noches.-
Oh dios mio esta chica habla hasta por los codos, pero de alguna manera me cayo bien, me parecio una persona sincera y sobretodo dulce de esas que te empalagan pero que siempre quieres comer más.
Creo que me tocaba responderle algo ya que se quedo callada por fin
- Me alegro tambien de estar aqui y pues de tener una compañera. Supongo-
- Vas a ver como nos llevaremos super bien y como te mostrare todo, omg! No me has dicho ni siquiera tu nombre, que grosero de mi parte- he hizo un puchero, si un puchero ustedes ya saben como un perrito regañado, esta chica era todo lo contrario a mi pero habia una vibra de ella que era agradable, casi se sentia como en casa.
- Ivanna monachelli, pero la gente me dice ivy. - Creo que jamas alguien me habia llamado ivanna, era tan raro tener un nombre como el mio en el sur, pero que se hace cuando tu familia es de descendencia italiana y no saben ni que hacer para demostrarselo al mundo .
- wow tienes nombre de actriz, y pareces una. Eres del sur no?
- si de bryan, georgia.
- amo tanto el sur, la gente es tan amable- ni me lo digas querida amanda, ni me lo digas
- si son amables. Y a que año vas ?
- primero y tu? Que estudias? Por que columbia? Te ha gustado new york? Ya has ido a visitar los lugares? Cuando quieras te llevo a conocer los mejores lugares, te conseguire una id falsa y asi podremos entrar a los clubs- wow esta chica ni siquiera respira cuando habla.
- tambien estoy en primero, aun no se en que especializarme, creo que me ire por el lado de la literatura. Columbia no se me gusta que estaba lejos de casa, si me ha gustado lo que he visto de new york que ha sido el aeropuerto y pues la universidad no he ido a otro sitio, acabo de llegar de georgia y con respecto a la id no se si es buena idea- se que sueno ñoña pero no quiero cometer ningun error que me haga regresar al infierno que es bryan.
- ya veras que es buena idea. Pero eso lo vemos mas tarde. Te dejo para que te acomodes ire a buscar algo de tomar que calor hace aqui dentro no crees?- y se fue antes de que le pudiera contestar. Empece a desempacar, se sentia tan extraño organizar mis cosas en un lugar que no era mi casa. Podia ser lo que sea pero amaba mi habitación en Georgia. Que triste es que extrañe mas mi habitacion que a mi familia.
Busque algo de ropa y decidi tomar una ducha. De verdad que hacia calor.
Cuando sali del baño completamente limpia y cambiada decidi ir a caminar y a conocer un poco de mis alrededores.
Estaba caminando por un campo abierto cuando de repente siento algo que se dirige a mi cabeza y pum todo se vuelve negro.