Handfasting fallido. [Vkook/Sukook]

Untitled.

Las personas se enamoran y ciegamente creen en todo, como yo.
Nunca se espera que la persona que ha estado junto a ti durante bastante tiempo, hubiera fijado sus ojos en otra.
Que sus manos recorrieran otro rostro, y no el tuyo.
Que todo lo que habías construido con esa persona dejara de existir en el segundo que sus ojos ya no te observaban.

Que estés a punto de casarte con esa persona que acaba de besar otros labios, unos labios belfos hermosos para la gente, pero para mí eran los labios de una sirena maldita que debía salir de mi camino.
¿Eliminar a la sirena?
¿O debería dejar a la sirena sin presa?

Semanas antes.

Solo faltaban unos minutos para el atardecer, y nosotros seguíamos corriendo, jugando, riendo. Tomándonos de la mano para llegar hasta la capilla abandonada. Quería estar con él ahí.
Era un lugar especial para mí, casi mágico. Pues en ella he conocido muchas personas que me han abierto los ojos a otro mundo.
Un mundo en donde la "magia" se puede encontrar.
Después de subir un largo tramo y que el cielo iluminara tenuemente decidí encender un mechero que llevaba conmigo.
El diminuto fuego me permitió ver el rostro de Taehyung.
Lentamente acerque mis labios a los suyos, le bese quedamente.

Finalmente decidí pregúntale, aquello que tenía ganas de decir desde hace tiempo: ¿Quieres casarte conmigo Kim Taehyung?
Mi sonrisa no desapareció. Le pregunte con mi voz agitada y mis manos sujetaban con fuerzas las suyas.

¿Estás seguro Kook?- me pregunto.
Yo aún no soltaba sus manos, por alguna razón su respuesta me enojo.
Con la mirada fija en sus ojos buscando alguna señal de duda, solo asentí.
¿Quizás era demasiado pronto para casarme con él?
Pero es que yo le quería conmigo toda la vida, siempre he pensado eso desde la primera vez que le vi.

-Casémonos entonces Kook- Al final me sonrió.

Con eso me bastaba, con esa respuesta estaba todo hecho, con esa respuesta él seria mío, yo sería suyo.

El recorrido a la capilla era silencioso, solo escuchaba las pisadas de Taehyung y mías, nos estábamos dirigiendo a la capilla, en donde se llevaría a cabo nuestra ceremonia.

Yo estaba nervioso.
No, no son los nervios de felicidad o de comenzar algo nuevo con quien supones es tu pareja, estaba nervioso por el hecho de asesinar a alguien.

Para que mi vida estuviera completa solo le hacía falta una pieza.
Handfasting, el ritual donde uniría mi vida entera con él.
Pero ya no lo haría, no después de que él hubiera tocado a otra persona.

Hora antes de la ceremonia.

Caminaba junto con Yoongi, él se veía enojado. Me llevaba de la muñeca hacia cualquier lugar, yo aún no tenía idea de que quería mostrarme.
Nos estábamos alejando de la capilla, de la gente, de todo.
Se detuvo en seco, agarro fuertemente mis mejillas. Acerco su rostro demasiado al mío al punto de rozar nuestras narices. Yo temblaba en sus manos.
"Tienes que ver esto Kookie, tienes que hacer algo rápido". Subia y bajaba su rostro cerca al mio. Él estaba enojado.
Giro mi rostro con violencia hacia el riachuelo.
Mis ojos se abrieron tanto que los sentí salir de mis cuencas.
"Taehyung está besando los labios de esa sirena venenosa. Dime Kookie ¿Qué harás?" Susurro Yoongi, casi paseando su lengua por mi oído. Él aún mantenía con fuerza mi rostro en sus manos.

Las lágrimas fueron suficientes para que él soltara mi rostro con brusquedad y me entregara en las manos un pequeño tubo de madera. 

Antes de que iniciara la ceremonia, los tambores y cantos inundaban la vieja capilla. Todo esto para llenar de alegría lo que sería el próximo acontecimiento. 

Mientras Taehyung bailaba e intercambiaba palabras con otras personas, incluyendo a la sirena de belfos labios, yo permanecía inmóvil vigilando el momento en que el sacerdote dejara las copas en su lugar llenas del vino que tomaría en unos minutos.

Sin que nadie sospechara de mis movimientos torpes, me acerque hasta la mesa de ceremonias. Rápidamente vacié el tubo de madera en una de las copas, la que sería para Taehyung. 

Solo levante la mirada para cruzarla con Yoongi, quien solo me regalo su ladina sonrisa.

Los tambores y cantos cesaron y dieron inicio al ritual, y al momento de enlazar las bebidas observe con tristeza la garganta de Tae, como por esta bajaba el líquido.
Solo quedaba que el sacerdote anudara nuestras manos, pero la respiración errática de Taehyung llamo la atención de los presentes, él afianzo su agarre en mis manos y yo solo lo miraba asustado.

-¡Taehyung! – solté sus manos, y dirigí las mías a sostener su pálido y sudoroso rostro.
¿Estaba muriendo tan rápido?
¿Murió ahora que cayó al suelo?

Dirigí mi vista a los invitados, en especial para buscar la expresión de Park Jimin quien se levanta de su asiento y se dirigía corriendo, gritando, llorando hacia el cuerpo agonizante de quien hubiera sido mi futuro esposo.
Y Yoongi, él solo relamía sus labios con una sonrisa socarrona.

¿Por qué le besaste Taehyung, por que una hora antes de casarnos?
Nuestra relación hubiera sido más larga ¿no lo crees amor?

Fin