Tal vez.

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"AMOLAD es propiedad de The Snipster"

Los días transcurrieron, hasta convertirse en meses, que caían como hojas que vuelan con el viento, uno a uno; Tiempo esperaba, era un ser paciente, entendía que el proceso era lento, que la confianza no era otorgada de un día a otro, si no que se ganaba y que Muerte era un dios desconfiado por culpa de las circunstancias, de los momento.

Pero a pesar de mostrarse esquivo, ahora una pequeña amistad y complicidad iba naciendo en ambos, las charlas entre Muerte y Tiempo eran más recurrentes, de poco en poco surgió la confianza entre ambos, el dios de la eras era inteligente, ser el primero le había otorgado conocimientos que eran casi a la par de Sabiduría.

— Vaya, la frase del que tiempo es excelente consejero, es cierta, gracias por tus palabras y compresión— murmuro Muerte sentado junto al aludido, ambos con imponente altura frente al otro, bebiendo un té de ginseng y charlando de sus respectivos trabajos, a pesar de ser hermético y siempre estar ocupado, que el dios de cabellos blancos le otorgara momentos de compañía era algo que Muerte agradecía.

Tiempo lo miraba, esa piel pálida tan apetecible, y esos ojos amarillos, que una vez que el recuerdo fue arrancado mostraban algo de alegría, donde alguna vez solo se reflejaba caos y desesperación, estaba tan cerca y tan lejos, había días en que era más difícil mostrarse neutral ante Muerte.

Y sobre todo cuando Vida lo rondaba, el benefactor estaba decidido y aunque Muerte era su huésped, no podía prohibirle salir a pasear a Ithis, este tenía que supervisar a sus sirvientes y darle ordenes sobre su actuar.

Y ahí estaba el dios de las eras aconsejando al juez de almas sobre un tema que lo beneficiaba, si Amor lo mirara se enojaría con él, por separar a un par que había de ser bendecido por ella, pero se portaría egoísta, solo una vez.

— Muerte, ¿te sientes cómodo con Vida cerca de ti? — pregunto Tiempo, Muerte había charlado con él, de cómo Vida en uno de sus tantos paseos por el mundo en lo alto, lo había arribado, intentando charlar con él.

Vida no se daba por vencido, estaba decidido a recuperar al menos la amistad con el juez de almas, lo vio mirando con detenimiento una magnolia, concentrado en aquella singular flor con la cual en algún tiempo él se disculpó.

— ¿Te agrada esa flor, Muerte? — pregunto, mirando la reacción del aludido, quien no se sonrojo como antes lo hubiera hecho, un brillo faltaba en sus ojos.

— Es muy bella, maravillosa su creación "benefactor" — dijo frio, las palabras tan formales de Muerte le dieron un golpe en el corazón a Vida.

— Puedes llamarme Vida, Benefactor suena demasiado formal, Muerte — la voz de Vida sonaba entrecortada, Muerte se quedó perplejo ante eso.

— Lo lamento, casi no he convivido con usted, creo que debido a su jerarquía con nosotros, no debería tomarme esas atribuciones señor — Vida sonrió con amargura, su Muerte ya no estaba, este dios era la imagen pero las palabras llenas de formalidad, tan frías, tan distantes lo estaban lastimando.

Se dio la media vuelta, dejando confundido a Muerte, quien regreso a la casa de Tiempo y le contó todo.

— Fue extraño, no sentí nada, pero a la vez mi memoria me decía que algo faltaba— las palabras calaron un poco en Tiempo quien solo observo su taza de té.

— Él y tú, fueron algo... pero por motivos malos y pésimas decisiones tú estas aquí, lo olvidaste Muerte, no soy quien para mentirte.— confesó, de nada servía mentirle a Muerte, no quería perder su confianza, de nada serviría ocultar las cosas.

Muerte soltó aquella taza, dejando que su líquido se vertiera al suelo, mirando con desaprobación a Tiempo, queriendo no creer en sus palabras.

— ¿Fue decisión mía, olvidar? — pregunto, Tiempo asintió con la cabeza.

— Ese amor, les estaba haciendo daño a ambos, pero tú eras el más afectado, se odiaron casi tanto como se amaron, pero no debes estar ajeno a eso, no puedo ocultártelo.

— Gracias por decirme la verdad... Tiempo — susurro Muerte, dándole la mano al dios de las eras — Pero ¿Qué papel juegas en esto?

Él clavo sus ojos azules en Muerte, meditando si decirle la verdad de sus sentimientos, poniéndose de pie, solo se inclinó para darle un beso en la frente, colocando sus manos alrededor de sus mejillas, con eso se conformaría, con darle un breve indicio de lo que sentía.

Muerte se sonrojo poderosamente, y tomando su camisa, lo jalo hacia él, profanando aquellos labios que lo habían consolado con ternura, saboreando la boca creada para él, ese rostro humanizado con tal de verse de su agrado.

Tiempo se sintió feliz, un enorme paso se había dado con eso beso, que nació del juez, que fue otorgado por él, estrecho con fuerza a Muerte, levantándolo de aquella silla, invadiéndolo de ternura, intentando que con aquel abrazo pudiera comunicarle lo que su mente gritaba.

— Lo lamento...— murmuro Muerte, sonrojado, alejándose un poco — llevamos poco conviviendo, esto fue demasiado atrevido de mi parte, Tiempo.

— No te disculpes, Muerte, es obvio que yo también lo deseaba, llenas esta soledad obligada con tu presencia, sé que deberás marcharte cuando te sientas cómodo, pero tu existencia en mi vida me hace todo más llevadero — la voz grave de Tiempo soltó un breve discurso, que para Muerte significo tanto.

Dándole un abrazo Muerte se acercó al cuerpo del dios de las eras, descubriendo sus manos de aquella aura negra tomo su cabello blanco, apartándolo del rostro de Tiempo, quien sentía estar soñando, cuanto ansió esa cercanía, esa calidez que nunca pudo obtener, y ahora estaba en bandeja de plata ante él.

— Tal vez deberíamos conocernos aún más — el tono de voz seductor de Muerte en su oído fue suficiente para que Tiempo se diera cuenta de que de nuevo se encontraría perdido, una vez más se rendía ante el juez de almas.

N.A. Dedicada a mi amigo y kohai Zadrac, quien hoy celebra su legalidad y que mejor que con un poco de TiempoxMuerte. Me encanta la ironía de la canción que escogí.

Estoy a dos capitulo del final de esta historia, gracias por su paciencia y por disfrutarla, los quiero. <3


Hacer el amor con otro (AMOLAD)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora