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NOAH

¿Alguna vez se han levantado más temprano que su despertador?

Eso es lo que me ha sucedido.

¡Es un logro!

Giro mi cabeza aún acostada hacía la mesita de noche en donde está el hermoso despertador-hermoso y maltratado-. Notando que faltan diez minutos para que suene con su molesto sonido.

Giro mi cabeza en la almohada quedando en posición boca arriba, permitiendome vista al techo con franjas de madera, para después recordar como por arte de magia que hoy es el primer día como tercer curso en la secundaria, después de hermosos y aburridos meses.

Suspiro idealizando lo hermoso o feo que podría ser mi día hoy.
Con la buena suerte que he tenido las últimas semanas, no creo que sea el mejor día.

Cómo es de costumbre, busco acelerada el móvil debajo de las almohadas.

Tienes un nuevo mensaje.

Hey, ¡hoy es el primer día!.
Nos vemos en la estación, loser.

Escribe mi compañera de vida, Evy.

Desde que entramos en el primer curso en la secundaria, nos ideamos irnos juntas hacia el instituto, para eso nos encontramos en la estación de autobuses a dos cuadras, a una hora exacta. Solo se pueden esperar 20 o 10 minutos si llegas tarde.

Apago el móvil, para aproximarme a la ducha.

Jadeando me dispongo a sentarme en el colchón para espavilar los músculos.
Llevo mis manos hacia los ojos para frotarlos y despertar un poco mas, un bostezo nos acompaña de la acción.

El despertador es el primero en darme sus buenos días justo a las 5:30 a.m, con su sonido de melodía irritante, provocándome un susto inmenso acompañado de una caída absurda.

¡Bravo!

Maldigo entre dientes, alzando mi trasero del suelo y disponerme a apagar el sonido.
Dejo que suene de un portazo.-Nunca fui buena en cuidar, y menos uno como ese-.
Lo apago, para después obtener una toalla e ir a la ducha.


Después de unos minutos enrollo la toalla a mi cuerpo para disponerme a el lavabo a cepillarme los dientes y peinarme un peinado poco convencional.

Me dejo el pelo suelto al natural, con una trenza al costado.
Salgo del baño, para vestirme con el uniforme.

La verdad siempre quise estar en un instituto que vistan particular y nadie los juzgue por sus prendas.

Pero no.

Me dispongo a ponerme la ropa interior, un suéter blanco, una chaqueta de botones de color azul y una insignia del colegio al costado. Me abrocho los botones para después ponerme la cobartilla, falda, zapatos y calcetines.

Ya lista me miro en el espejo comprobando que todo esta bien.

Estas últimas semanas puedo decir que han sido las mejores, ha venido el invierno con constantes lluvias. Con mis ahorros me he comprado dos libros que cambie la cita de leerlos la próxima semana, también descargue algunos PDF que ansió leerlos, pero es muy pronto.

Que entre al colegio me anima siempre me la he pasado genial con Evy, con nuestras constantes bromas, chismes, etc...
Pero también nos propusimos a conocer a mas chicos y chicas para no hacer nuestro día a día constante.

Busco la mochila, ya lista con lo necesario y me propongo a salir de la habitación como una anfitriona.

Como es de costumbre mi madre se encuentra haciendo desayuno para mi padre ya que este se va a trabajar para después ella comer e irse a laborar también.

Pero, no hay ningún ruido del canal de noticias ni de cubiertos chocando contra tazas y platos.
Bajo hasta la cocina, acercándome a la repisa donde hay una pequeña nota.

Buenos días, Noah, espero que te vaya de maravilla en el colegio, cuidate mucho por el camino y me saludas a Evy.
No estamos por cuestión de un problemilla que ha pasado en mi trabajo y mi jefa me ah llamado para solucionarlo, tu padre se ah ido temprano ya que tenía una reunión. Te amo muchísimo y cariño, disfruta tu día y presta atención.
Cuando regreses del colegio estaré en casa.
En el microondas esta un emparedado, y en la nevera hay un zumo de naranja por si te animas.
Att: Mamá.

Que mamá ni papá no estén, para verme en el nuevo uniforme y darme su despedida que no sea en un papel me pone de mal.
Estos últimos días se han ido más temprano de lo usual y regresando más tarde, por lo que la abuela Joséphine, viene a cuidarme.
Suena infantil.-muy infantil-. Pero solo consta de cocinar sus recetas deliciosas y únicas.
No es que se me dé bien la cocina lo único y poco que se es como hacer waffles o pancakes. Pero con la receta fácil, de esas que solo basta con agua y revolver.

Muy grande para eso, Noah.

Me dispongo a agarrar el sandwich y meterlo en unos bolsillos laterales de la mochila.
Para después servirme el zumo de naranja en un vaso y tomarlo como flash.

Saco el móvil de la mochila notando que llevo 3 minutos tarde, Evy debe estar frustrada, o tal vez ella esté en la misma situación.
Tiro el vaso en el lavaplatos para después salir de la casa, asegurándome con llave.

Por suerte el vaso no era de cristal, seguro ya se ubiera quebrado.

Calla.

Me dispongo a caminar por la acera, tarareando una canción que por alguna parte he escuchado.

Después de unos dos y tres minutos me encuentro en la estación de autobuses, percatandome de la falta de Evy.

Baya.

Saludo con unos "buenos días" a los ancianos y ancianas presentes.
Para después esperar a que mi cómplice viniese.

***

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Capitulo escrito por

Evy y NoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora