Capitulo Unico

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— Vamos Bruce — canturreo el castaño a su esposo —, no hemos salido desde hace tiempo.

El pelinegro sabía que era cierto, hace ocho meses llego Damian a su vida y a la de Hal. Antes eran dos salidas a la semana, o eso recuerda. Hal era demasiado imperativo lo cual Bruce no lo era.

— Brucieeee — se sentó en el regazo de este —, por favor. También tengo necesidades y son junto a ti. — pasó sus brazos por el cuello de Wayne.

Cerró su libro:— Hal, no podemos dejar a Alfred solo con Damian. Siempre lo cuida.

— No es cierto.

— Aparte, tú eres su favorito.

Sonrió orgulloso.— Lo se. Por eso digo que-

Los lloriqueos del bebe alertaron a Hal quien rápidamente fue al cuarto. Bruce suspiro, una salida no podría estar mal hasta en cierto caso le ayudaría, los casos de Gotham y las noches de desvelo por Damian eran demasiado agotadoras.

Miro por la puerta y vio que su esposo llegaba con Damian en los brazos.

— Es todo un angelito. — sonrió de lado.

— Debemos buscar una niñera. — Bruce se acercó a ellos — No siempre debemos dejárselo a Alfred.

— Pero crees que Damian se este con otra persona? — le preguntó y miró al bebe quien le dio un manotazo a Bruce por querer cargarlo — No será tan fácil.

Jason bufo al llegar a la mansión Wayne, hace tiempo que no venía hacia allá. Subió perezosamente las escaleras, que maldijo por ser demasiadas, y toco la puerta.

— Señor Todd, un gusto verlo de nuevo.

— Hola Alfred. – saludó y pasó aún lado para entrar.

Casi todo no era como lo recordaba, cambiaron muchas cosas.

— Jason Todd.

Volteó hacia atrás para ver a aquella persona que era la única que quería volver a ver.

— Hal Jordan. — sonrió con malicia.

— El mismo de siempre.

Jason siempre se mantuvo lejos del castaño ya que antes de que supiera que mantenía algo con Bruce, quería que fuera de el. Y si, lo admite, el estropeaba a veces las citas que tenían para poder salir con Hal.

— Como has estado Jason? — preguntó ya que la mirada del chico lo decía todo.

A Hal no le incomodaba estar con él en un mismo lugar, pero sabía que a su esposo si y quería evitar cualquier pelea con el.

— Bien, demasiado bien.

— Jason, que bueno que llegaste. — otra voz se unió a ellos.

Era Bruce. Y lo primero que hizo fue pasar su mano por las caderas de Hal posesivamente. Si, también sabía los "sentimientos" que su hijo adoptivo tuvo hacia su esposo.

— Lo que sea por ustedes. — le guiñó el ojo a Hal.

— ¡Hal! ¡Ayuda! — se escucharon gritos.

Batfamily: El niñeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora