Tu Siempre Serás Mi Caso Perdido | AU 《Moonffee》

Capítulo 2

No es fácil volver después de tanto tiempo fuera.

No es fácil ser el mejor de los abogados del país.

No es fácil ganarse una reputación de prestigio y reconocimiento.

Y no es fácil, volver a verla después de todo lo que pasó.

Toffe estaba perfectamente peinado hacia atrás, llevaba un único antifaz junto con un traje ajustado de Realeza, tenía el porte de un gran monarca y el espíritu de líder. Rasticore iba a su lado, tomado del brazo de su prometida, esos dos siempre que se les veía juntos estaban sonrientes, pero aún peor, lo que empeoró la mirada puesta en ellos fue la peliverde que venía tomada con Toffe.

Moon apretó los dientes disimulando su enojo, disimulando cualquier sentimiento. Heartrude tenía una sonrisa traviesa que no desaparecía, él lo supo todo el tiempo y disfrutaba de esto con descaro.

Como si se tratase de una colmena, toda la familia Butterfly se acercó a ella en posición de defensa; primos, tíos y uno que otro sobrino obligado por sus padres. Eclipsa venía con los invitados, aquella peculiar abuela estaba tomada del brazo de Toffe sonriente, esta noche no podía mostrarse más interesante.

– ¡Bisabuelaaaaa! – Star corrió a sus brazos una vez que se acercó, nadie de mi familia se inmutó. Y ninguno de aquellos invitados "especiales" tampoco.

– Mi hermosa bisnieta. – Respondió estrechándola. – Eres tan hermosa, mi pequeña... toda una señorita ahora. – Apretó sus mejillas y después volteó a ver al resto de la familia.

– Moon... – Examinó a la peliazul de pies a cabeza sin contener la sonrisa.

– Complacida de verla, Sra. Butterfly. – Se inclinó levemente y correspondió su reverencia. – Debo asumir que ella es su hija. – Señaló a la mujer de cabellos cortos agarrada de Rasticore. – Estoy encantada de conocerla al fin. – Repitió el saludo seguida de toda la familia.

Eclipsa dejó de ser "La Reina" cuando abandonó a su madre, Comet, por su aventura con aquel hombre al que llamaban monstruo. Decían que no había otra forma de llamar a ese asesino sin clase ni linaje, la abuela de Moon tuvo una aventura con un Don Nadie y de esa relación nació una niña, una niña que les estuvo oculta toda la vida y que por fin, ahora conocían del brazo del primo de Toffe. A pesar de que Eclipsa perdió su título jamás dejó de ser una Butterfly y, su hija, con las mismas marcas de nacimiento de todas las mujeres de la familia, también lo era y estaban obligados a aceptarla.

– Ella es Henious, mi hija. – Le tomó de la mano con una sonrisa.

Heartrude se metió entre todos y se apresuró a besar los nudillos de la nueva con mejillas de tréboles pese a la clara tensión.

– ¡Querida, Tía! Es un placer volver a verte. Siéntete completamente en casa con nosotros. – Le sonrió cómplice. – Y vamos a aprovechar el doble paquete, no solo tú llegas hoy a la familia, sino que veo y tu futuro esposo también.

Y eso fue todo. La hija seguía los pasos de su madre, ella también desposaba a un monstruo, a nadie. Moon carraspeó disipando los murmuros tras de sí, ya no era la única desconforme y la sonrisa divertida de Eclipsa les confirmaba que esto se lo esperaba ya. Que su reacción le complacía.

La monarca se arrepintió de haberla visto, su mirada vagó sin apenas darse cuenta a encontrarse con la de Toffe. Sus ojos ámbar se encontraron con aquellas profundos celestes. Su corsé se contrajo aún más, su aliento se fue y un escalofrío recorrió completamente su columna.

Era el mismo Toffe de hace años, era el mismo joven general que conoció en la Universidad, el mismo que había...

Apartó la mirada bruscamente, tuvo que sonreír de manera educada para disiparlo, debía mantener la calma, no debía de importarle su presencia, no permitiría que le importara.