Una hermosa melodía, un inexplicable calor que me envuelve y un balanceo. Solo existe eso.
Todo está negro, intento abrir los ojos pero es muy difícil. Me quedo quieto y siento una voz melodiosa que me guía a estar en calma, es tan hermosa la dulce voz que obedezco sin pensar. ¿Morí en el parto?, no creo sea un ángel que me lleva al cielo. No tuve más objetivo en mis vidas pasadas, que morir.
—Eres hermoso mi cielo, ya no llores. Que mami está aquí.— Siento un roce, más delicado que el terciopelo más fino, más ligero que una pluma y lleno de calor.
Siento que humedad cae por mi rostro, mi respiración agitada. Suena un sollozo y abro los ojos sin percatarme. Me quedo maravillado, jamás había visto a alguien tan hermosa. El sudor pega sus dorados cabellos a su frente y sus ojos grises me envuelven de una manera inimaginable, su sonrisa es tan brillante y calurosa, es un diamante. Tan hermoso y difícil de encontrar.
Me mira con una expresión que no había visto nunca en todas mis vidas, y es en ese momento que me doy cuenta que he vuelto a nacer. Porque siento algo que no había sentido nunca, mi corazón saltó al verla.
Perfectamente podría ser un ángel y debe serlo, pensé.
Está cansada, se nota en las grandes bolsas negras debajo de sus ojos. Intento moverme, pero no lo hago, no puedo. Estoy hipnotizado, ¿Qué está sucediendo?
—Papá y yo te amamos pequeño, serás grande y fuerte. No dejaremos nunca nada te pase, te amamos desde que supimos que venías en camino.— Estiró un dedo y yo ya me encontraba presionándolo, su mano era tan suave y ella parecía tan delicada. Pero a la vez, tan fuerte y valiente. Entonces el ruido de un gorgojeo llena la sala, y la mirada de amor que lleva es tan única como ella.
Mis pequeños pies dan pequeñas patadas en el aire, y ahí está ella dándoles besitos.
Percibo pequeños olores a perfume de bebé y pañales, esto no es un hospital o algo parecido. Es su hogar. Es muy grande y majestuoso, todo tiene una decoración muy impetuosa. Mi pequeño cuerpo no me permite ver más allá de un TV, con dibujos de bebé en ella.
¿Por qué no he olvidado todo?
¿Por qué siendo un bebé soy consciente de quién he sido?
No recuerdo mi nombre anterior, no recuerdo por qué morí la última vez. Inmediatamente luego de recordar la palabra muerte mis gritos salen con fuerza desde lo profundo de mí, las lágrimas brotan. Soy consciente de todo, pero mi corazón y mi mente son las de un bebé, y siente miedo.
—Mi amor, no llores, ven aquí conmigo.— Todo mi cuerpo está sometido frente al llanto abrupto que estoy dando, quiero olvidar todo.
No sé quién soy esta vez, solo sé que aún siendo un bebé. Mi existencia no será nada.
Como si pudiera leer mi mente la mujer me toma en sus brazos, arrullándome.
Quiero evitarlo, quiero detenerlo, quiero estar despierto. Pero ha empezado con a hablar con esa voz celestial, haciendo que mis párpados caigan como telón de un teatro manejado por ella.
No puedo hacer nada, he caído en lo más profundo. Ahora al cerrar los ojos, veo luz. Calma. Estoy a punto de perderme en el mundo de los sueños.
Cuando dice: —Te amo mi niño, estaré siempre para ti.
Su voz me lleva a la inconsciencia pensando que tal vez todo pueda cambiar esta vez.
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El valor de la vida
FantasyVivir no siempre es una opción. Vivir no siempre es un regalo. Vivir no es estar vivo. Y estoy vivo sin saber por qué vivir. ¿Tú me entiendes?