Adolescentes [KaiSoo]

Parte Única.

Adolescentes

KyungSoo se sentó frente al televisor mientras llevaba a sus labios la taza de té que se había preparado. Su vista no estaba fija en el aparato a pesar de que estaba encendido pero entonces la conductora del programa de noticias dio la fecha y KyungSoo tuvo que mover rápidamente sus ojos hasta la pantalla para comprobarlo.

22 de diciembre.

Y por el rostro de KyungSoo se abrió pasó una hermosa sonrisa, muy radiante, tan inmensa. Los recuerdos llegaron a él tan rápido que sólo pudo reír. Su adolescencia junto a JongIn siempre le sacaría más de una sonrisa traviesa.

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Era el invierno de sus 16 años y KyungSoo juraba que jamás se volvería a sentir así de completo. Todo en su vida era perfecto. Era un chico perfecto, con calificaciones perfectas, con el novio perfecto que era perfectamente guapo y el perfecto capitán del equipo de futbol americano.

Y tal vez sonaba muy cliché, pero es que los clichés no sólo pertenecían a los libros o a las películas.

Su amor era tan intenso, sólo llevaban unos seis meses saliendo pero es que no podía haber nada malo con amarse de la manera en la que ellos lo hacían, entregando sus corazones sin importar que había alguna probabilidad de salir lastimados.

Todos en la escuela conocían acerca de su relación, eran la pareja perfecta, destinados a estar juntos. El capitán del equipo de americano y el más popular de la escuela. Los ojos de todos estaban encima de ellos, pero a ninguno le importaba, porque les gustaba toda esa atención, el que todos supieran cuanto se amaban.

El sonido de campana anunciaba el fin de la jornada escolar. KyungSoo tomó sus cosas con paciencia, esperando a que el salón se vaciara, pues hacia algo de tiempo en lo que esperaba a JongIn, quién siempre iba por él al termino de las clases.

Cuando salió del salón con la mochila en su hombro izquierdo y los libros que ya no entraron en ella, en su mano derecha, se encontró con JongIn ya esperándolo. Soltó los libros sin importarle nada y también la mochila en el proceso y corrió a los brazos de su amado, colgándose del cuello del más alto y rodeando con sus piernas la cintura ajena. JongIn gustoso lo recibió, sosteniéndolo fuertemente de la cintura para no dejarlo caer. En realidad KyungSoo era muy delgado y pesaba casi nada, por eso siempre lo andaba cargando, disfrutaba de hacerlo.

Un beso fue lo que sintió JongIn en sus labios y después KyungSoo pegó sus frentes.

— Te extrañé tanto —dijo el bajito en un suspiro y JongIn sonrió.

— Yo también —contestó con anhelo, como si llevaran meses separados, cuando en verdad, sólo no se habían visto por tres horas.

KyungSoo se soltó de los brazos de su amado, llegando al suelo de un brinco mientras lo veía. JongIn era guapísimo, en especial con esa chamarra que lo identificaba como parte del equipo de americano. Siempre tan alto y delgado, pero con la espalda ancha, lo suficiente como para que JongIn lo cargara de caballito mientras paseaban por el parque.