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Jungkook siempre fue la clase de chico malo que solo se burla de la gente o atacan si se le molesta primero, o al menos eso era antes.

— ...3, 2, 1... Knock out, ¡tenemos un ganador! — anuncio el improvisado referí a la audiencia.

Hace un año que Jungkook se ha vuelto demasiado malhumorado y agresivo. La necesidad de sacar un poco de estrés lo han llevado a participar en varias peleas e incluso ha visto en estas un modo de ganar dinero, dejando sus estudios a un lado.

— ¡Jeon Jungkook! — la audiencia gritó emocionada al ver al ganador. Siempre, sin importar el tamaño del contrincante Jungkook salía vencedor.

La fama que había obtenido en este mundo, sumado a su atractivo rostro siempre lo hacían tener una larga lista de admiradoras y admiradores disponibles para pasar una noche con Jeon. Cada noche era un omega diferente, pero había una constante, cada omega que pasaba por la cama de Jeon tenía olor a vainilla o a ámbar, aunque nunca era el aroma que él deseaba, al menos buscaba engañar a su alfa interno que le pedía tomar al rubio omega del que se había enamorado.

— Jungkook — Llamo Yoongi desde el otro lado de la puerta — son las 10 am nuestro tren sale en dos horas.

La puerta fue abierta pero no fue Jungkook quien salió, si no un lindo omega castaño con aroma a vainilla y madera. Yoongi solo pudo darle una sonrisa incómoda al chico al ver su cara de decepción y tristeza.

Nunca fue un secreto para Yoongi, y Jungkook nunca tuvo la intención de ocultarlo a sus compañeros de cama que, siempre pensaba en Park Jimin mientras estaba con otros. El quería a Jimin y a nadie más.

— Pensé que los preferías rubios — intento sonar divertido el mayor.

— Ninguno es Jimin, que mas da su color de cabello, nunca son el — Se podía sentir el pesar en sus palabras. Muchos llegaron a pensar que el alfa solo se encapricho con una cara bonita, estaban equivocados, para Jungkook, Jimin era su complemento aun si el rubio no lo quisiera, el alfa solo pedía poder respirar su aroma y apreciar su bella silueta, estaba seguro que si el omega le daba una oportunidad lo podría conquistar.

Pero... Pero en este momento no sabía nada de su rubio omega.

— En Seúl habrá muchos otros que te consuelen vámonos, no quiero perder el tren — Yoongi era un buen amigo, se preocupaba por Jungkook siempre, pero ya estaba harto de que el menor se deprimiera por lo mismo, lo había consolado cientos de veces por lo mismo que ahora ya se había dado por vencido. No había nada en que le pudiera ayudar.

— Aceptaste la entrevista sin mi consentimiento, ¿Sabes que me puedo negar, cierto? — A pesar de su amenaza comenzó a vestirse y llenar una pequeña maleta para pasar el fin de semana.

— Es un torneo y es una gran suma de dinero asegurada — se encogió de hombros — soy tu representante eso se supone que haga.

Jungkook se acercó hacia la puerta con su pequeña maleta en mano.

— ¿Que no te piensas bañar? — Yoongi lo detuvo en la puerta — apestas a... — se tapó la nariz sin intención de seguir — Ya olvidalo.

Era más que obvio que el olor de Jungkook era a sexo o más bien a omega, cuando Jungkook conseguía a un omega cuyo aroma fuera más parecido al de Jimin intentaba conservarlo el mayor tiempo posible pegado a el.

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— No voy a ir — sentenció el ahora peli plateado omega — siempre dices que regresaremos temprano y terminamos volviendo hasta el amanecer — Se quejó haciendo un puchero bastante tierno a ojos del mayor.

Guardían [Kookmin] ~TERMINADA~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora