Aún recuerdo como llorabas aquella vez; dijiste que te sentías sola y yo me limite a abrazarte, viendo como caías en pedazos que nadie podría unir de nuevo.
Sentí tu alma gritar por ayuda, la cual no llegaría, tu respiración acelerada y entrecortada dejaba a entre ver que llevabas largos minutos en aquella agonía solitaria.
La tristeza reflejada en tu mirada era una hermosa obra de arte que el destino entretejío para su deleite y tu tormento, sentí tus manos colarse por debajo de mi camiseta en un intento fallido de no undirte más en ti,acaricie tu cabello como si así pudiera adormecer ese infierno que te tragaba al menos por un momento.
Tu respiración se acompaso, después de que quedaras sin aire y tal vez sin lágrimas por derramar, acomodaste tu cabeza en mi cuello y dejaste un tierno beso en mi clavícula como agradeciendo por el abrazo prolongado que tomaste de mi.
-Estarás Bien?-pregunté.
- Si, estaré bien
No dije nada más, no tendría caso...tu volverías a casa ese día y besarías sus labios con todo ese amor enfermo que profesan, y le sonreíras con la poca inocencia que queda en ti,
entonces tomará todo lo que tengas para ofrecer de nuevo, te cubrirá con las marcas del que no sabe amar y te dejará con el vacío de quién lo dio todo alguna vez.
Y volverías a mi, a intentar recuperar algo que perdiste hace tiempo mi amor, y yo caeré de nuevo en ti, dejaré que tomes lo que necesites, y sólo quedarán heridas punzantes que repararé por mi cuenta.
Así que dejé que besaras mi cuello y te seguí abrazando, en ese apartamento al que corrías cuando estabas rota, el lugar al que llamo mi hogar cuando estas tú en el.
Y tomaste todo de mí y te permití hacerlo, me besaste suavemente intentando encontrarte y tocaste mi piel intentando repararte, aunque ambas sabíamos que sólo te estabas rompiendo más, mientras yo me perdía en ti.
Te fuiste esa noche, no sin antes robarme un pedazo de aliento, recordándome lo que no era mio, me abrazaste reafirmando tu partida y me regalaste la sonrisa más hermosa y rota que veré en mi vida como disculpandote por algo de lo que yo no me arrepentía y que tú volverías a tomar cuando lo desearás.
Y volví a quedarme solo con el recuerdo de tus besos y el tacto efímero de tu piel en mis manos, volví a quedarme observando la estela de tu figura en mi sofá e inhalando tu perfume que quedó suspendido en el aire, so cual se tornó frío sin ti.
Suspire ante la necesidad de tenerte en mis brazos otravez,
pero sabía que sólo debía esperar.
Tú volverias rota y yo intentaría repararte de nuevo dejando que te lleves todo, dejándome en la nada.
