~TRATA DE NO HUIR~ [En Progreso]

Parte Primera ▪Ayuda▪

Hacía un mes que papá se había ido, y en casa mamá no había tardado en comportarse extraño. Empezó tirando pequeñas cosas como sus vestidos o los pequeños moños con los que adornaba su cabecita; pero pronto fue incrementando, ya no solo eran sus cosas, si no que su apariencia.

-Tu quieres a papá ¿verdad, Astrid?- le decía su madre mientras pasaba un peine por su pelo, no lo habían cortado hace más de un año y el largo que tenía hacia que todas las demás niñas tuvieran envidia, era como una princesa.

-¿Harías cualquier cosa por papá?- Su pequeña cabecita se movió para decir que sí -¿Dime entonces, por qué no eres lo que él quiere?- La pequeña niña no entendía la pregunta, pero el tono de voz que su madre empezaba a tomar hacía que cada vez tuviera más miedo.

-Él sólo quería que fueras un niño, pero no lo eres...¿¡acaso no quieres que nos cuide?!- sus manos apretaron el pelo de la niña formando una cola de caballo -¡Pero no pudiste serlo y ahora se fue!- el dolor fue tanto que la niñita solto un pequeño gemido. -¡Tendrás que serlo quieras o no!

Con un sutil movimiento la madre sacó unas tijeras con las que empezó a cortar el largo pelo de su hija sin importar que ésta llorara suplicando que parara. Estaba absorta en su dolor, en su deseo de que aquella bella niña se convirtiera en algo que no era.

Después de aquello hubo silencio, no quedaba más que la frágil respiración de la niña -¿Por qué a ti nunca te hace nada?- decía entre sollozos la pequeña que ahora se encontraba recostada entre todo el pelo cortado.

-Yo no tengo nada malo según ella...-Aquella voz pequeña venía de atrás de donde se encontraba la niña.

-Papá siempre decía que le gustaba como mi pelo arrastraba el suelo... No le gustará verme así cuando vuelva.

Sintió como alguien se acostaba detrás sullo y la abrazaba por la cintura -Yo te quiero como estés, hermana-

Astrid dejó de llorar.

-Que bueno que te tengo, Oli.