¿Del Odio al Amor...?

Resiliencia. Parte I

Descubriendo errores.

Muchos, a menudo creen que dos individuos al formar una pareja pasan a ser uno solo. Que viven desde su nacimiento siendo mitades y vagan buscando hasta encontrar quien los complete.

Claro, supuestamente, si hay amor, todo se puede.

Siendo realistas, las cosas son más simples y menos bellas.

Si tuvieras que darle un concepto a la palabra amor, ¿Cuál sería?

Una palabra como cualquier otra, un sentimiento que para unos es incomprensible, y para otros representa el cimiento sobre el cual se construye toda una vida.

Complicado, confuso, egoísta, ciego, oculto, molesto, doloroso, triste y feliz en distintas etapas, ¿El amor tiene etapas? ¿Quién demonios las creó? Tolerante, honesto, sincero y mentiroso a la vez. Paciente, injusto, valiente, estúpido, ignorante y audaz, los errores siempre están a la orden del día. Sorpresivo, desgarrador, loco, desenfrenado, sólido y fuerte, filosofías sin sentido. Verdadero o falso, pruebas de valor, compromisos y falsas promesas, fugaz y eterno, es malditamente contradictorio siempre.

Da igual como lo veas o como lo sientas. No importa qué. No se le puede dar un concepto, no se puede expresar en palabras, una persona no puede monopolizar el significado del amor. Siempre cambia, en todo el mundo, no es igual. Cada persona lo ve de una manera diferente y talvez nunca se darán cuenta de si estaban en un error o si era correcto el concepto que usaban, talvez algún día, tarde o temprano puedan comprender lo que decían, ese día compararan lo que encontraron en la vida con lo que esperaban encontrar.

Si alguien pregunta "¿Crees en el amor?" ¿Cuál sería tu respuesta?... si respondes "Sí", responde ¿Por qué?... y si respondes "No", de igual forma, responde ¿Por qué?

La mayoría no conoce el amor, porque se dedican a creer conceptos que escuchan por ahí. Muchos dicen haberlo encontrado, porque creen que tienen eso que han escuchado por ahí.

¿Qué tal si quitamos los conceptos y la palabra en sí?

Nada se complica, lo que inexplicablemente se siente no va a cambiar. Nada. Solo que ya no habrá una palabra bonita y cursi para llamar a esa licuadora de emociones que los humanos sienten.

Naruto y Sasuke llevan varios meses sin complicarse la vida con lo que sienten. No buscan "¿Por qué...?" "¿Cómo...?" o "¿Desde cuándo...?

Hasta ahora no ven el lado malo de eso, y tampoco están en el lado bueno. Su relación es un secreto para sus padres, un espectáculo para sus hermanos y una amistad extrema y rara para sus compañeros y amigos.

No dan explicaciones de nada, sus actos se llevan a cabo en una silenciosa y placentera complicidad. A veces son descuidados en cosas pequeñas, como los celos y las marcas en la piel, pero aunque los llenen de preguntas, ellos no dan respuestas. Eluden toda responsabilidad como pareja en público, mientras que, estando a solas, siempre terminan enredando las piernas como cualquier noviazgo adolescente de hormonas locas.

Han convertido su relación en un círculo muy deforme, no importan las discusiones, no importan los secretos a los demás, no importan los rumores. No importa nada. Si es bueno o malo, Naruto y Sasuke están viviendo el presente, tristemente no les importa nada, porque nada les ha pasado, no han enfrentado la situación como se debe.

Su círculo con curvas empezó con una noche de borrachera y sexo en una discoteca, al siguiente día Naruto buscó a Sasuke. Luego se añadieron recuerdos de su estúpida enemistad, se burlaron sin piedad de ellos mismos. Pasaron las vacaciones entre salidas y más sexo. Sorpresa para los padres Uchiha al recibir a Naruto con frecuencia en su casa, ignorantes de lo que ocurría en la habitación de Sasuke cuando ambos se encerraban ahí, o cuando decidían salir. Las fiestas de navidad y fin de año, estuvieron lejos el uno del otro, cuando se volvieron a ver, Sasuke desbordaba indiferencia, y Naruto, con poca paciencia y frustrado, lo dejó estar para que se le pasara, la falta de interés y atención solo provocó que ambos se enojaran, estuvieron varias semanas entre rechazos y despechos. Cuando la universidad empezó y se vieron en la misma carrera compartiendo la mayoría de las clases, con una pelea resolvieron sus asuntos, por no decir que solo lo dejaron en el pasado como un tema inconcluso, y sus encuentros fortuitos empezaron de nuevo.