pérdida mía, no recuerdo el día de tu partida.
recuerdo cuando te enviaba besos desde lo lejos tratando de ser más notorio que el resto, recuerdo cuando te buscaba porque creía que eso era lo que esperabas, recuerdo el tiempo que quería contigo, recuerdo la aflicción que sentía por no poder sentir tus caricias, recuerdo tu despectiva y peculiar forma de tratarme, así como con el resto.
tantos recuerdos y en ninguno estabas tú, ¿cómo es que esto me ha pasado?
mi corazón es tuyo pero no lo tienes, ¿qué requisitos me faltan para ser digno de tu atención?
sigo vagando con mis ojos en ti y mis pies en la tierra, déjame ir.
mi preciada y hermosa pérdida que nunca perdí porque no te tuve, ¿cómo te pude perder?
eres mi único amor y yo soy uno de tus tantos admiradores, deberías cantar algo para nuestros desesperanzados corazones. no hay gloria sin la pérdida pero valiente gracia haría yo perdiendo mi gloria, que eres tú.
eres mi festín, mi dicha, mis sueños, mi meta, mi tesoro y centro del universo. no hay sol si no estás brillando, no hay flores si no sigues retoñando pero quédate un poco más que te necesito, quédate acá cerca para creer que puedo tenerte y que mi dolor cuando no te sienta cerca sea más tiempo después. no tengo esperanza pero me queda fe, de que te vas a arrepentir y vas a dar tu amor a mi pequeño corazón.
vamos a volar juntos, vamos a bailar junto al sol, vamos a perdernos entre el mar sin mojarnos, vamos a correr más rápido que cualquier animal en las praderas. Vamos, vamos, vamos, vamos.
me quedan solo gajos de felicidad pero te podría dar lo que me queda si solo me das un toque con tus dulces labios en mi aporreada mejilla. vamos, dame una muestra para que siga en vida.
estoy falleciendo lento y no sé cuál es mi enfermedad, pero sé bien que eres mi cura. adiós, sin más, no nos veremos luego pero ten seguro de que tendrás mi mente y mi corazón ocupado entero por ti.