Day nine

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"No quiero ir"

Empujé al enfermero de ojos azules fuera de la habitación.

"Tienes que ir al psiquiatra Evie"

Dijo suspirando y tratando de entrar otra vez.

Metí la mano en mi chaqueta y saqué dos pastillas y las metí rápidamente en mi boca

"Maldicion,Evie no!"

El enfermero entro preocupado alzandome y colocándome en cama.

"Di que suspendí la sesión, tenía que salir con  mi muertita"

Cerré los ojos mientras soltaba su mano.
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"Evie, qué haces aquí?"

Te levantaste del suelo de la terraza del hospital.

"Wow, también estoy feliz de verte muertita"

Dije caminando a ti.

"Tenías sesión Evie,tienes que ir"

Dijiste preocupada tratando de tomar mis manos.

"Mierda,tú también? No entienden que no quiero ir?! Paredes grises hacen la habitación más oscura que mi alma, fotografías de gatos con ojos más tristes que mis pensamientos y el viejo no termina de agradarme. No pienso ir,fin"

Dije con los puños cerrados y presionando hasta que tomaste mi mano.

"Cuántas pastillas tomaste?"

Amo cuando juntabas nuestras manos.

"Dos"

Sonreíste.
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Era de noche y me llevabas de la mano a no sé dónde.

Entramos al cuarto de unos niños y les quitaste unas pinturas en aerosol.

Me volviste a tomar de la mano.

"Dios mío, vas a grafitear el hospital? En qué te he convertido?"

Dije haciendome la sorprendida.

"En una persona que piensa en sus seres queridos y que por ellos hace cualquier cosa"

Me guiñaste el ojo.

"Quién anda ahí"

No me dió tiempo de pensar.

Corrimos por los pasillos oscuros,riendo e iluminadas por la luz de la luna.

Y corrimos hasta  sentír mi corazón salir por mi boca junto con mi piernas tambaleándose.

"Muévete Evie,vamos"

Gritaste temblando y no podía levantarme.

La linterna se acercaba.

Y alguien apareció delante de nosotras.

"Soy yo,tranquilo,se me olvidaron la llaves"

Wut

El enfermero de ojos azules distraía al guardía y me alegré de verlo,mucho para ser sincera.

Tomaste mi mano y me levantaste con todas tus fuerzas.

"Piernas débiles,corre"

Y volvimos a correr por los pasillos mientras nos seguían con la mirada unos ojos azules.

No me di cuenta cuando llegamos.

"Al qué hacemos aquí?'

Pregunté soltando tu mano.

"Vamos a divertirnos en este lugar"

Dijiste para cerrar la puerta y luego tomar un cuadro de gatitos y pintarle un corazón roto.

Sonreí.

Y te seguí en el juego de destruir a los pobres gatos tristes.

Hasta que soltaste la pintura y tus ojos se llenaron de miedo.

Volteé y era el enfermero de ojos azules.

No pude evitar ir a abrazarlo.

"Ayúdame"

Susurré en su oído.

Y lo di una lata de pintura y un cuadro sonriendo.

Mordiendo sus labios y lo pintó,haciendo burla a Hitler.

Reí y te acercaste a mi lado llevándome a una pared gris.

Susurrando en mi oído y yo haciendo caso,escribiendo en aquella fea pared con mis mejillas rojas.

Y ahí duramos la noche, embelleciendo todo lo que encontramos.

Sleep without EatingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora