En la playa

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La luz del sol entro por mi ventana, trate de hacerle el quite y me voltie, encontrándome el dorso desnudo de mateo, el noto el movimiento y me pego mas a el. Lo abrase acariciando su espalda lentamente, el sonría, abres sus bello ojos con esa macha café en uno, que hace que su mirada sea salvaje. Sonrío al verme, yo sonreí como tonta, creo estaba babosa por él en este momento.

‒ ¿Es uno de esos días que quieres estar conmigo? −lo mire y asistí con la cabeza− es mi día de suerte nuevamente, la mujer más bella del mundo quiere estar conmigo hoy también −me beso suavemente, no abía perdido la sensación de anoche, no eran lo que había fumado, ni lo que había tomado, era lo que mateo me hacía sentir.

‒que aremos con todo esto, cada vez me enredo más y mas −baje mi rostro y él bajo para quedar frente a frente.

‒acuérdate no te presionare, eres libre −beso mi frente− acuérdate que debes llamar a tu jefe –me deslice por encima de él, hacia el velado, inclinandome un poco sobre él y cojo mi teléfono, vuelvo a mi lugar busco mi camiseta que estaba alado mio, me la coloco y me siento en la cama.

‒ahora silencio ‒tome el celular marque a mi jefer, le dije habían tenido un problema personal, que no podía asistir hoy, el me dijo que no había problema porque el proyecto estaba listo, me despido y corte ‒listo.

‒ahora vuelve aquí con tu problema personal ‒me tomo de la cintura y me puso encima de el– p¿uedes abusar de mi ?por favor debo aprovechar que quieres estar conmigo ‒lo mire riendo, nos tape por completo con el edredón, lo bese, de repente mi celular sonó‒ no contestes tu problema personal quiere amor.

‒puede ser importante ‒el rueda los ojo, yo cojo el teléfono y conteste sentada arriba del.

Llamada……

‒alo con quien hablo.−dije riendo porque mateo, estaba acariciando mi costillas.

‒emma soy mariano te llamo de la oficina, como estas porque no viniste hoy, estas enferma ‒dijo preocupado mire a mateo.

‒no estoy enferma, solo tengo un problema pero solucionable, no te preocupes −dije con voz neutra.

‒podemos juntarnos este fin de semana −mire a mateo y pensé debo estar con los chicos, realmente no podía traer a mariano y correr a mateo.

‒voy a viajar con unos amigos a la playa, no estaré, el lunes te veo te parece, almorzamos juntos ‒mateo me miro extrañado.

‒bueno que tengas un lindo fin de semana.

‒gracias tu igual, cuídate.

Fin de la llamada………………….

‒bueno en que estábamos ‒lo mire dulcemente, mientras el jugaba con mi camiseta.

‒creo que estabas pensando en sacarte la camiseta y besarme mucho −dijo subiendo mi camiseta.

‒wooo stop, solo te estaba besando, tramposos ‒me acerque y lo bese, el quitaba mi cabello que se oponía a que nos besáramos tranquilos, yo solo reía, termino por convencerme de sacarme la camiceta.

Asi estuvimos por horas entre besos carisias, los sarcasmos de mateo, hasta que escuchamos movimiento en la cocina y nos dignamos  a levantarnos, me puse ropa interior y me coloque mi bata, pensaba desayunar y luego tomar una  ducha, mateo me mira.

−siempre tentándome con tu bata esto es injusto, sabes que estuve las primera semanas todo el día afuera del balcón para verte salir con esa bata, o con la roja también tienes una paisajes japoneses ‒me pego a él yo lo mire fingiendo susto.

Nuestros BalconesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora