Tim Drake.

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–Eres lo suficiente para mi –dijo.

Entonces lo bese, había tenido muchas ganas de hacer eso, mi corazón latía rápidamente con miedo pero con algo más. Jason me correspondió y eso me hizo feliz de alguna forma, sus manos me tomaron de la cadera para acercarme mas a él, rodeo su cuello con mis brazos cuando él se posiciona ariba mio.

Sabia que estaba en celo, sabia que esto estaba mal pues yo estaba saliendo con Connor Kent y digo saliendo pues al final de cuentas me engañaba. No, yo era su amante, yo era el frijol en el arroz asi que debía alejar esos pensamientos de mi mente y lo logre gracias al tacto de Jason.

¿Estaba mal usar los sentimientos de Jason para ayudarme a mi? ¿Estaba mal usar su amor para mi beneficio?

Sin embargo no se sentía de esa manera, algo había mas en ese sentido, algo que no podia explicarme con exactitud. Sus labios poco a poco fueron bajando por mi cuello dejando marcas al mismo tiempo, no le negué en ningún momento algo al contrario lo ayude a quitarse la ropa solo para volver a juntar sus labios con los míos. Las caricias que Jason hacia sobre mi cuerpo me causaban necesidad, una necesidad muy extraña que lo incluía a él y solamente a él.

Jason podría morderme, podría cortarme el cuello, mutilarme pero no lo hacia. Incluso sabiendo mi actual relación seguía estando cálido para mi. «¿Por qué no me abandona?»

–Tim –me llamó Jason sacándome de mis pensamientos.

–Mande –le respondí volteando a ver aquellos ojos azul con verde.

–¿Estas seguro de esto? –me preguntó dudando hasta de su propia pregunta.

¿En serio estaba bien esto? ¿Debo de parar? Quizás tenia que hacerlo, debía hacerlo. Estaba mal esto y lo se bien pero no quiero parar, no quiero que Jason se aleje de mi pero no debo ser egoísta, esto solo lo lastima mas, yo lo lastimo y eso era lo único que quería ser para él –y lo último que necesita ahora–. Pase una mano por su mejilla entonces su expresión cambio a preocupación.

–¿Tim?

Mi garganta me comenzó a doler, quería hablar pero no podia, algo no me dejaba y mi vista se nublo un poco, entonces me di cuenta que estaba llorando.

–No quiero que –dije pero no podia seguir.

–No hay problema si no quieres hacerlo –dijo besando mis mejillas–, no tienes ninguna obligación.

–No es nada de eso –le dije y mis manos se aferraron a su espalda–, no quiero que me dejes.

–No voy a dejarte –me dijo y luego beso mis labios castamente–, lo prometo.

Jason seco mis lagrimas con sus besos, lo abrece aferrándome a esa promesa, mis manos jugaron un poco con su cabello después de unos minutos supe que no lo haría.

–Perdón por arruinar nuestro momento –dije y Jason soltó una leve risa.

–No importa –dijo acostándose aun lado mio.

Mire a Jason esperando algo mas pero fue entonces cuando note que se andaba reprimiendo para no hacerme nada, con un movimiento suave quede arriba de él –bueno sentado arriba de él–, coloque sus manos en mi cintura y me miro sin saber que hacer.

–Tranquilo –dije y lo bese.

–Timmy.

–Estoy bien, yo estoy bien asi que podemos proseguir ahora.

–No quiero presionarte Tim, podemos hacer otra cosa si tu quieres.

–Yo quiero hacer esto Jason –le dije mirándolo a los ojos.

–¿Entonces?

–No te dejare marcarme pero puedes morderme –comente y Jason sonrió divertido.

Nuestros labios no tardaron en volverse a unir, sus manos comenzaron a explotar mi espalda, mis manos exploraron su pecho hasta llegar a sus mejillas, mi corazón comenzó a mayor rápidamente –otra vez aquella cálida sensación recorrió mi cuerpo–. Con un sirve movimiento quede de nuevo a bajo y los besos de Jason poco a poco se convirtieron en mordidas leves. Solté un leve gemido al sentir su lengua sobre uno de mis pezones mientras que sus manos desabrochaban mi pantalón.

A Jason le sobraba aquella practica sobre quitar ropa porque en menos de lo que pude analizar ambos estábamos ya desnudos y nuestros cuerpos deseaban estar mas unidos. Separo mis piernas para comenzar a meter uno a unos sus dedos en mi interior, no pude callar mis gemidos y mucho menos al ser penetrado sin previo aviso. ¿Dolía? Claro pero ese dolor poco a poco se convirtió en deseó, en lujuria. Me había aferrado a su espalda dejando claras marcas –o mejor dicho haberle dejado mis garras marcada porque sangraba–, nuestros labios se unían leve mente, mi respiración estaba mas que agitada.

Ninguno dijo nada, las embestidas poco a poco fueron aumentando cada vez mas rápido, mis brazos rodearon su cuello y nuestros ojos se cruzaron. Ninguno se arrepentida de nada y yo no lo haría nunca. Jason termino eyaculando en mi interior y yo termine salpicando un poco su abdomen con mi semen. Beso mis labios por ultima vez antes de salir de mi interior.

–Creo que la pizza ya esta fría –comentó mordiendo mi mejilla leve mente.

–Podemos calentarla –dije acariciando su espalda entonces note la sangre–, dejara marcas.

–Tu has dejado marcas visibles ahora pero la pregunta seria, ¿cuándo yo podre dejarte marcas visibles a ti? –preguntó y simplemente lo volví a besar.

–Muy cerca –respondí.

Y no mentía, estaba cerca aquel día. Dejaría mas cosas claras con Connor cando lo viera, no dejaría esto. Sonreí y Jason también lo hizo, ambos estábamos mejor asi. Debía intentarlo por él, por mi y sobre todo por todo lo que llegaba a causarme.

Alfa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora