T H R E E

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Las horas habían pasado, el sol comenzaba a desaparecer... y luego, simplemente apareció otra vez, esa noche Jimin durmió incómodo. Sabía que en el fondo su amigo tenía razón, cada una de las palabras que había soltado, cada una de las miradas de dolor que le había brindado eran por una razón: él había sido engañado por un humano. Y Jin temía que su historia se repitiera, pero con personajes distintos.


Jimin, como de costumbre, había nada a toda velocidad hacia donde estaba su humano. Cuando llegó hasta la roca donde solía acomodarse para poder observar a Jungkook por largas horas, se dio cuenta de que este se encontraba profundamente dormido. El tritón no entendía porque Jungkook se encontraba dormido, siempre había estado despierto cuando él se aparecía ahí. La cara del humano se encontraba un poco húmeda, Jimin pudo notar algunas gotas de agua en las mejillas del humano y se preguntó si este había decidido meterse a nadar.



Se apoyó de una manera más cómoda sobre la roca, quedando algo sentado en esta; haciendo que su cola por primera vez quedara a una vista considerable del humano. Sus manos iniciaron a picar, un picor insoportable. Sus manos parecían querer realizar algo, más no sabía lo que querían, es por eso, que las dejó hacer lo que querían. Sus cortos dedos se encontraban húmedos, así que pequeñas gotas de agua se desprendían de estos; su mano se acercó hasta el rostro del humano.


Comenzó a acariciar la nariz de Jungkook, trazando la figura de esta, haciendo que su dedo índice sintiera la fina textura de la nariz del humano, sonrió con ternura cuando observó cómo tiernas muecas comenzaban a crearse en él. Se asustó cuando observó como pocas gotas de agua salada caían encima del rostro de Jungkook, y se asustó más cuando este abrió los ojos, algo desconcertado.

El humano se sentó con rapidez en la dura base de la piedra, sorprendiéndose al encontrarse al tritón justo enfrente de él. Su mirada viajó por todo su cuerpo, sorprendiéndose al encontrarse con una preciosa cola de colores azulados.


— Es preciosa—Logró murmurar bajó su recién despertado rostro.


— ¿Preciosa? —Preguntó algo desconcertado ante aquel adjetivo que el humano había soltado para él. Sonrió agradecido, aunque no sabía muy bien a lo que se refería.


— Sí, preciosa, igual que tú—El sonrojo en las mejillas del tritón delataron al humano como una persona sumamente coqueta o simplemente alguien que dice muy a menudo la verdad.


Aprovechó que el tritón estaba a una considerable distancia de él, así que tratando de no asustarlo se acercó más a este. Le sonrió con calmada cuando vio como este trataba de alejarse un poco, el nerviosismo había regresado al cuerpo del pequeño tritón, pero Jungkook trataba de hacer lo posible para que este se tranquilizara. Cuando lo tuvo más de cerca, pudo observar cada facción y perfección del más pequeño; su cola resaltaba gracias a sus colores.


— Precioso... —Murmuró concentrándose en los oscuros ojos de Jimin, le parecía alguien irreal, alguien sumamente precioso y perfecto.


— ¿Yo precioso?


— Muy precioso, estrellita.


Se acerca un poco más al menor y acomoda un mechón de cabello húmedo del tritón atrás de su oreja. Observa como este empieza a colocarse un poco nervioso, pero trata de sonreírle un poco para que se relaje. Jungkook nunca había observado un rostro tan precioso en toda su vida, y eso que había conocido a muchas chicas de la alta gama.


En un cerrar y abrir de ojos, sus labios ya se encontraban juntos, disfrutando del calidez y frío que se brindaban mutuamente, disfrutando de la caótica combinación que hacían. El tritón no sabía qué hacer, no sabía si separarse, si mover sus labios, todo era tan confuso y nuevo para él. El humano fue el primero en reaccionar y cuando sintió como el labio inferior del tritón iniciaba a temblar, decidió continuar con sus tenues movimientos, pronto se encontró así mismo besando la redonda boca de Jimin. El de cola azulada se removió incómodo, sin embargo, amaba la manera en la que la cálida boca del humano se unía con la suya. Decidió continuar con los movimientos que se estaban llevando a cabo.


MERMAID ❁ KOOKMIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora