Free! - SouMako

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Makoto revisaba nerviosamente el reloj que avanzaba lentamente a su parecer, había esperado ese día con tantas ansias que rayaba en la desesperación, el único día donde no tenía que quedarse para las prácticas del club. Cuando finalmente sonó la campana que anunciaba el final de las clases simplemente había tomado sus cosas, se despidió de prisa, y se había apresurado hacía la salida, casi corriendo, sorprendiendo especialmente a Haru con quien normalmente pasaba la mayor parte de su tiempo.

El castaño no podía evitar sentirse culpable por no haberse dado el tiempo de explicarle la situación a su amigo, más no sentía que hubiera podido hacerlo de haberlo intentado, últimamente se sentía incapaz de poder expresar sus sentimientos de forma clara, incluso para el mismo le era difícil poder comprender la complejidad de su sentir.

Anduvo por la ciudad hundido en sus pensamientos, había dado vueltas sin pensar una y otra vez hasta que la brisa salada y el rumor de las olas atrajo su atención, de alguna forma había vagado hasta terminar en la playa. Miro con nerviosismo el agua, pudo sentir aquella sensación de agobio que normalmente lo envolvía cuando estaba cerca del mar, pero aun así la asfixia que lo abrumaba en esos momentos era mayor.

Giró sobre sus pies y corrió hacia el lado opuesto tratando de huir de sus pensamientos hasta que chocó contra algo, cayó al suelo y al alzar la mirada se encontró con la corpulenta figura recortada por el sol de Sousuke Yamazaki, el amigo de Rin de la academia Samezuka.

Era bien conocido que Sousuke era una persona seria y poco expresiva, pero un ápice de sorpresa apareció en su rostro al chocar con el usualmente sonriente castaño, para una persona que pasaba la mayor parte de su tiempo callado, había aprendido a observar y podía notar que algo le sucedía a aquel chico, se inclinó para ofrecerle su mano y lo ayudo a levantarse, pero Makoto desvío la mirada disculpándose.

— ¿Te ocurre algo? — preguntó el azabache sin retirar la mano.

— Claro. Quiero decir. No. —respondió el alterado castaño avergonzado, mientras aceptaba la mano que el chico le ofrecía para levantarse.

Makoto esquivaba la mirada del chico frente a él, quería estar solo, estaba a punto de disculparse e inventar una excusa para irse cuando sintió el frío y húmedo contacto en la mejilla, se giró con un sobresaltó y vio a Sousuke sosteniendo una paleta de hielo, por primera vez notó la bolsa de plástico que sostenía en su mano izquierda y para su propia sorpresa acepto la paleta con un gesto de agradecimiento.

Ambos chicos parecieron ponerse de acuerdo sin decir una sola palabra, pues en menos de un minuto ambos estabas sentados en la barda con vista al mar comiendo aquellas paletas, tenían un curioso sabor, entre dulce y salado, como si estuvieran hechas de alguna bebida energética. Makoto no noto el paso del tiempo, al final había pasado varios minutos junto a Sousuke sin siquiera pronunciar una sola palabra, más parasu sorpresa, su compañía le resultaba de alguna forma más reconfortante que lade cualquier otro con quién hubiera estado en los últimos días, habían pasado40 minutos cuando Sousuke se levantó mientras sostenía su hombro izquierdo.

— Será mejor que regreses a tu casa — mencionó con su habitual indiferencia.

— Gracias — respondió a su vez el castaño mientras se ponía de pie, aunque en realidad no estaba seguro de que era lo que agradecía.

Ambos chicos se quedaron mirándose inmóviles, pero finalmente Makoto hablo, fue más como si las palabras salieran de su boca sin pedir su opinión, por lo que se sintió muy avergonzado después de ello.

— ¿Quieres acompañarme un rato más? —

Ahí estaba de nuevo, fue solo por un segundo, pero estaba seguro de haber visto esa expresión de sorpresa nuevamente en el joven de ojos turquesa quien después de pensarlo un momento asintió y caminó junto al castaño que tenía el rostro sonrojado, pero prestándole atención a su compañero pudo notar la constante insistencia con la que el chico sostenía su hombro como si este le molestará.

— ¿Entonces qué te sucede? — La pregunta de Sousuke tomó a Makoto por sorpresa quien estaba distraído nuevamente en sus pensamientos, pensó en una excusa pero se sorprendió a si mismo al darse cuenta que en realidad no quería mentirle al joven.

— Se acerca una importante competencia — le explicó después de soltar un largo suspiro —, sé que los chicos están muy emocionados por ella y es una competencia realmente importante pero es por el hecho de que es tan importante que me asusta fallarle a todos. —

— Entiendo lo que sientes — contestó el chico después de una larga pausa donde nuevamente se había sujetado el hombro derecho, pero esta vez lo presionaba con fuerza —, pero no creo que tus compañeros lo vean así. Incluso si tus temores se volvieran reales un verdadero equipo no te culparía por ello además, siempre pueden intentarlo el próximo año —

Makoto miró con sorpresa a Sousuke, una idea cruzó su cabeza al ver la forma en que el chico sujetaba su hombro, pero cuando aquella impensable pregunta alcanzó la punta de sus labios una fría gota cayó sobre su nariz. Ambos chicos tuvieron apenas tiempo de mirar hacia el cielo antes de que la torrencial lluvia cayera sobre ellos sorpresivamente obligándolos a ocultarse bajo un techo cercano.

El tema de conversación se fue con la lluvia, pronto habían olvidado de lo que estaban hablando, pero Makoto había recuperado su sonrisa, a pesar de lo desagradable que consideraba estar bajo el agua de la lluvia, compartió otra paleta de helado con Sousuke que estaba preocupado de que se derritieran y cuando la lluvia hubo apaciguado decidieron tomar sus respectivos caminos a casa, Makoto había avanzado apenas unos pasos antes de que el chico lo llamara.

— No olvides de mantener esa sonrisa — le dijo en un tono inusualmente alegre —. Tus compañeros lo agradecerán —

Makoto sonrió con un leve sonrojo y se dirigió a su casa con los ánimos renovados, sintiéndose agradecido de alguna forma que el destino lo llevará a la playa aquel día, aun cuando no podía evitar tener la sensación de que había olvidado algo.

Fics por MéxicoWhere stories live. Discover now