Baekhyun sabe que tiene un problema. Tal vez no es su culpa realmente, pero más de alguna vez se ha hechado de la culpa de cosas que nunca ha podido entender.
Porque él es un soñador.
Es una persona que tiene su copia de Orgullo y Pejuicio en su velador.
Es un hombre que cree en las sonrisas secretas en medio de una cafetería.
Es un hombre que cree en los latidos desenfrenados de su corazón.
Es un hombre que cree fielmente que encontrará a su otra mitad alguna vez en su vida.
Especialmente si necesita esperar mucho o practicar mucho para probar una y otra vez que el muchacho de la cafetería no es un príncipe. O que el chico con que chocó en el metro tampoco es un príncipe. Incluso peor, que el muchacho tierno y adorable detrás del bajo tampoco es un príncipe.
Pero él lo intenta. Lo intenta todos los días dando lo mejor de sí.
Siendo el mejor amigo cuando lo necesitan. Sonrojándose hasta las orejas cuando lo complementan. Incluso sintiendo su corazón bombear a toda velocidad cuando un muchacho al otro lado de la calle.
Y tal vez esa pasión, esa sonrisa o esa felicidad que todos creen que domina que con el tiempo se ha acostumbrado.
Se ha acostumbrado a recibir unos besos. Se ha acostumbrado a aceptar citas, aceptar estúpidas dietas o incluso teñir su cabello. Para después sentir el rechazo frente a él.
Porque con el pasar del tiempo, la búsqueda del amor se ha ido perdiendo. Porque cada vez deja más tiempo en el cajón su libro favorito. Porque ya no siente esa emoción loca cuando un muchacho le pide una cita o su número de telefonos.
Porque con el tiempo se ha vuelto muy buen en adioses.
🐶❤️🐶
Y tal vez por eso esta en esos momentos mirando cómo el agua hierve en la tetera en la cocina. Con cuidado la dejó reposar sacando su taza favorita y vertió el agua en la cafetera. Se dio un par de vueltas por la cocina buscando los últimos bombones que Sehun le había regalado antes de terminar y sacó dos con indesición. Sacó un tercero y guardó la caja sobre el refrigerador viendo como el tiempo para el café había terminado.
Filtró con cuidado el café y se sirvió en su taza caminando hacia la sala. Su sala estaba hecha un desastre desde que había terminado con Sehun. Pero ya estaba cansado. Tenía 26 años, con un trabajo que había soñado desde pequeño pero sin las ganas de tomar las ganas de querer a alguien nuevamente.
Suspiró dejando su taza junto a su máquina de escribir y prendió su tocador. Podía sentir la hermosa voz de Sam Smith transformar su habitación mientras desenvolvía uno de los bombones y probaba el chocolate.
Miró los apuntes que tenía para su libro y supo que si no le enviaba el manuscrito pronto a su editora aparecería en su departamento. Aparecería con su cabello como león con su taconeo y las palabras "tiempo límite" y "eres mi mejor escritor" como la formula hacia el exito para que enviara su manuscrito.
Se estaba sentando en su sillón cuando el sonido de la puerta de abajo sonó. Vivía en un edificio antiguo y la única forma de poder ingresar era a través de ese timbre hacia el interior de los pasillos.
- ¿Si? -
- Baek... me dejó - Se escuchó a través del telefono mientras él simplemente abrió la puerta sorprendido de que su mejor amigo estuviese así.
Se habían conocido desde el colegio y a pesar de que eran muy cercanos, no sabía que podía hacer.
Al escuchar su timbre abrió la puerta encontrándose con los ojos de su amigo lleno de lágrimas y con un dolor que nunca había querido experimentar en su vida.
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Too good at goodbyes (Baekyeol/Chanbaek)
FanfictionBaekhyun está aburrido de dar el telefono, una cita y recibir un adiós. Tal vez por eso nunca pensó en encontrar una oportunidad de amar a la vuelta de la esquina. Inspirado en la canción Too Good at Goodbyes de Sam Smith.