Capitulo Único

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*-_Ángel_-*

Tenía una fotografía en sus manos, la cual veía con alegría: era la de un ángel.

Pero años antes de que esa foto siquiera fuera tomada, no era tan feliz que digamos. Bastante bien lo recordaba.

El tiempo camina, incluso a veces parece correr; pero para el pequeño Kisumi de escuela elemental el tiempo pasaba tan lento que parecía una tortuga volteada panza arriba. Era fastidioso. ¿Por qué? Ah bueno, porque uno de sus amigos se había cambiado de escuela para luego irse del país: ese fue Rin. Pero debido a eso, su otro amigo –Sousuke- estaba diferente, ya no hablaba mucho, ya no jugaban por las tardes, se enfrascaba en sus clases de natación, casi ya no se veían... apenas si podía decirse que conservaban su amistad. Debía aceptar que estaba solo.

Porque, aunque contara como amiga a Gou –la hermana pequeña de Rin-, la realidad es que era muy diferente la amistad entre chicos que, con una niña. Además... él era pésimo lidiando con las niñas. Pé-si-mo, fatal. Por eso, opto por otra alternativa.

Su madre estaba lavando trastes, y después de llegar a su resolución se armó de valor y jalo un poco del suéter de su mamá para llamar su atención.

—Mamá, quiero un hermanito.

Extrañada por esa exclamación, paro de lavar y miro a su hijo.

—¿Qué dices, cariño?

—Que quiero un hermanito. Pero que sea niño por favor.

Aquella frase la había sobresaltado, pero se agacho a la altura de su hijo y puso una mano en su pequeño hombro.

—Pero Kisumi...

El pequeño niño de ojos lilas le interrumpió.

—Incluso pensé en un nombre: Horumi

«¿Hold me?» Pensó su madre, para sí.

Miro aquel rostro suplicante, su hijo estaba siendo muy serio al respecto; lo notaba porque su pequeño por lo regular era de personalidad amistosa y juguetona. Era raro en Kisumi ser así, por eso le miro de forma cándida. ¿Su precioso hijo se sentía solo? ¿Por eso quería un hermano menor? Siendo madre, ¿cómo podía resistirse a una mirada así?

—Lo hablare con tu padre, ¿de acuerdo?—dijo en respuesta.

Y aquel lindo y pequeño rostro se ilumino.

La realidad era que, ahora que era prácticamente un adulto, Kisumi no supo si en realidad su madre había hablado con su padre; pero algo le decía que sí. O tal vez el hecho que unos cuantos meses después su madre le dio la noticia de que, de verdad tendría un hermanito. En especial cuando le confirmaron que sería un niño, Kisumi supo que tenía los mejores padres del mundo.

Pasado un tiempo sacaron aquella fotografía cuando el ángel nació.

Sonrió. Era la imagen de Hayato, su hermanito.

FIN

ÁngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora