Era el primer dia de clase en un instituto de Barcelona, era un instituo bastante normal en el que lo mas interesante que podía ocurrir sería que faltara un profesor o que se pusieran de obras por la misma calle del instituto. La gente que había en el tambien era bastante normal, no era gente muy adinerada pero tampoco estaban en la pobreza. Ese dia era el primer dia de 2º de bachillerato para Daniela, una chica de 1,70, no era muy corpulenta pero tampoco estaba en los huesos. Daniela era una chica muy guapa, tenía unos preciosos ojos color turquesa y un pelo bastante largo aunque con media cabeza rapada, tenía un color de pelo castaño que recordaba a las hojas otoñales. Ella era una mujer con bastante carácter, decidida, confiada, orgullosa, no se dejaba pisotear fácilmente ni era muy enamoradiza. Tan fácil era enfadarla como hacer las paces con ella siempre y cuando demostráras que merecías su perdón. Era una gran aficionada a la lectura, a la musica alternativa y a dibujar. La verdad sea dicha, Daniela era una gran artista. Tenía una melódica voz y una gran capacidad para tocar instrumentos con facilidad.
El dia comenzó bastante bien y Daniela se empeño en dejar las cosas claras desde el minuto 0. A primera hora se presentó a la clase y a segunda hora ya había mandado a freír esparragos a un par de chicas palo de esas que todavía podrían usar camisetas que usaban con uno o dos años. En el recreo decidió juntarse con una muchacha que le pareció bastante simpática y acertó. Tania no era una chica muy popular pero no era debido a que los "guays" no la aceptasen más bien era al revés y eso fue lo que impresionó a Daniela. Las dos jóvenes se llevaban de maravilla a pesar de que tan sólo se conocían de un par de horas. Al finalizar la ultima hora, cuando la gente empezaba a salir del instituto para revisar sus smartphones, encenderse sus cigarrillos o simplemente marcharse a casa, Daniela ya se había labrado una reputación.
A diferencia de sus compañeros, Daniela trabajaba por las tardes en el bar de su tía así que se dirigió a la parada del autobús y una vez llegó su transporte se subió y se pusó los auriculares. Le gustaba escuchar música y desconectar del mundo. De hecho desconectó tanto que se pasó de su parada y se bajó en la siguiente. Se hechó a correr hasta el bar de su tía y cuando llegó se prerparó para trabajar durante un par de horas para poder vaguear después. Al ver a Daniela con esa cara de fatiga e hiperventilando, tía Elia decidió preguntar...
-¡Hey, Dan! ¿Y esa cara?
-Nada tía Elia, que me he pasado de parada y he tenido que venir corriendo- dijo Daniela recuperando la respiración y bebiendo un poco de agua del grifo.
- ¿Hoy ha sido tu primer dia en la escuela esa nueva, no? ¿Qué tal te ha ido? ¿Ya les has mostrado a todos quién es Daniela Ribes Arados?
-Sí, tía - dijo con una risita- ya saben quien soy yo. La verdad es que me ha ido genial y he conocido a una chica muy maja, se llama Tania.
- ¿Tania? A ver si la invitas un dia al bar y la conozco. Y ahora basta de blablabla y más trabajar.
-Esta bien...- resopló Daniela mientras cogía un bloc de notas para tomar las comandas.
Tras unas hora y media trabajando, Elia decidió soltar a Dan y cerrar el bar ya que esa misma tarde tan solo habían aparecido unos tres o cuatro clientes.
Al llegar a casa Daniela abrió Facebook y se encontró con un montón de solicitudes de sus nuevos compañeros de clase entre los cuáles se encontraba Tania. Al ver que no estaba conectada decidió apagar el ordenador y ponerse a leer un libro pues al ser el primer dia no había recibido deberes. Leyendo y leyendo, Daniela se quedó dormida y su tía al verla la tapó con una manta y apagó la luz.