Capítulo 2

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Álex se peinó viéndose reflejado en la ventanilla del coche. Detrás suya apareció su hermana.

—¿Vamos?

Álex asintió. El chico se subió en el asiento del piloto y la chica en el asiento del copiloto.

Natalia sacó su horario y revisó que clases debería tener ese día.

—No irás, ¿verdad? —susurró Álex, decepcionado.

—Iré a las tres primeras horas. Luego mamá me vendrá a recoger y me llevará al psicólogo.

Álex le echó un vistazo a su horario.

—¿A primera tienes métodos de investigación en ciencias sociales? —preguntó Álex—. Que manera de empezar el día.

—Me da Asenjo, pero sí, es una mala manera de empezar el día.

Los dos rieron. Álex sabía bien que esa era la asignatura que más odiaba su hermana.

—¿Y tú? ¿Qué tienes?

—¿Yo? —Álex se quedó callado—. Teoría de la imagen, si no me equivoco. Y si no es así, me iré a la biblioteca.

Álex estudia Comunicación Audiovisual por su tía, la cual le encantaba ver como Álex, desde pequeñito, mostraba un gran interés por la misma profesión que ella estu

Los mellizos llegaron a la Universidad poco tiempo después. Cada uno se fue con sus amigos a las clases indicadas.

Joana apareció con un cigarro, como de costumbre.

—¿Qué te dijeron ayer tus padres?

—Nada. Me revisaron las muñecas y vieron si había fumado.

—Guay —Joana apagó su cigarro y entraron a los pasillos—. ¿Qué tienes ahora?

—Métodos de investigación en ciencias sociales. ¿Tú?

—Yo iré a la biblioteca. Luego darán una charla.

Joana estudiaba Derecho.

—Que interesante —Natalia rodó los ojos. Miró la hora y se apresuró—. Me iré ya, no quiero llegar tarde.

—De acuerdo. Una cosa, ¿irás al psicólogo?

—A tercera hora. Así que si no me ves, será por eso.

Las dos se despidieron y cada una fue a su clase. Joana entró en la biblioteca y se sentó en una de las pocas mesas libres.

—Tío —Rodrigo, el amigo de Álex, le dio unos toques en el hombro—, allí está Joana.

Álex levantó la vista y frunció el ceño.

—Ella debería estar en clases con mi padre.

—Se habrá escaqueado.

Álex recogió sus cosas y se sentó en frente de Joana. Rodrigo a su lado.

Joana levantó la vista del papel y los miró a los dos seriamente.

—¿Algún problema?

—No, solo venimos a estudiar —respondió Álex.

—Claro.

Álex y Rodrigo pusieron sus libros sobre la mesa.

—¿No deberías estar en clase con mi padre? —preguntó Álex, para intentar que la tensión desapareciese del ambiente.

—Debería, pero aquí estoy.

Álex simplemente bajó la vista hacia sus nudillos.

—¿Qué le hiciste ayer a mi hermana?

Recuérdame |Antoine Griezmann|Where stories live. Discover now