Capitulo 2- Luke

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—Di que sí de una buena vez, jess. —se quejó mi amiga, otra vez.

Era sábado y habíamos decidido salir a tomar algo.

—Mira, Stass, mi nombre no es Jess, sino Jessy; no, no iré a esa maldita fiesta, ¿de acuerdo?

Mi amiga bufó y se cruzó de brazos mientras me seguía hasta California's.

California's es el sitio donde yo y mis amigos quedábamos para tomar algo o simplemente reunirnos y hablar de planes.

—Hola —nos saludó una camarera una vez entrado en aquel sitio.

—Hola —saludamos de vuelta Stass y yo.

Esta camarera se llama Laila, es una buena amiga, aunque tenga 34 años, es rubia de pelo largo y rizado, ojos verdes, es bajita, pero con curvas. Nos conocemos desde hace mucho ya que desde la primera vez que vine aquí, ella ya estaba trabajando como camarera.

—¿Lo de siempre? —nos preguntó con una sonrisa mientras sostenía una pequeña librera.

—Lo de siempre, Laila, gracias —respondí educadamente y, devolviéndome la sonrisa, giró sobre sus talones para traer nuestros pedidos.

Me giré hacia Stass y ésta parecía querer decirme algo.

—Querida Jessy —pestañeó coquetamente hacia mi y prosiguió. —, di que iras, por fi, por fi, por fi.

Me suplicó con una carita de perrito abandonado mientras juntaba las palmas de sus manos en forma de súplica.

Rodé los ojos.

—Me conoces desde que tengo uso de razón, Stass, y con eso quiero decir que sabes perfectamente que las fiestas no son lo mio.

—dije tajante.

—Vamos, Jess, ¡que no quiero ir sola!

—Dijiste que irías con alguien más... —se me vino a la mente un recuerdo. Recordé que aún no sabía quién sería ese acompañante que iría con ella y que, supuestamente, también conmigo. — ¿Con quién?

Mi amiga se revolvió nerviosa en su asiento y me miró a los ojos.

—Con Luke, iré con Luke.

¿Con Luke?

—¿Con Luke? ... ¿¡Con Luke!? —dije sorprendida.

Iba a seguir hablando, pero Laila vino a traernos nuestros pedidos.

—G-Gracias, Lai —agradecí.

—De gracias nada, aflojando la pasta, nena —dijo de modo burlón.

—Claro —sonreí y le di el dinero.

Sabía cuánto costaba ya que siempre pedíamos lo mismo.

Tras darle el dinero a Laila y regalarme una sonrisa para así irse, me giré hacia Stass, cambiando mi sonrisa por una mueca de seriedad.

—Stass Marie Serenguetti, tú no irás a ninguna jodida fiesta sola con ese impresentable, ¿me has escuchado? —dije acusadoramente señalándola con mi dedo índice.

—Ah, eso quiere decir que me acompañarás, ¿eh? —dijo moviendo sus cejas de arriba abajo subjetiblemente.

Bufé y luego la miré.

—Te dije que no iría a esa fiesta, es más... ¿cómo es que vas con Luke? ¡Ese tío no se merece una segunda oportunidad! Y lo peor... ¿por qué se la diste? ¡estás loca, Stass!

Trying to find meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora