Amnesia

Un fuerte dolor sacudía su cabeza, aunque... lentamente se desvanecía al pasar los segundos.  Desde lo lejos, una silueta de un fuerte brillar dorado comienza a acercarse mas a el, ya justo en el momento que tenía fuerzas para levantar el gran peso de su cuerpo, siente que alguien lo agarra, y desliza una rodilla hacia adelante para patear al cuerpo del esqueleto de mas baja estatura.

- ¿En qué tipo de problemas te has metido, hermano? - Entre sonrisa maligna y aire de superioridad en la postura en que tomaba, ríe y mira a su alrededor. - ¡Bien, querido hermano! He notado en ti que no te has transformado en... esa cosa cargada de... ira. - Sigue hablando entre risas y burlas. - Tonto.

Entre rabia y enojo, el esqueleto que estaba tendido en el suelo se arma de fuerzas, y con ambas manos sostiene el pié derecho que presionaba su pecho, lo cual era provocado por el esqueleto mas alto de brillante armadura dorada que relucía tanto como el sol.

- ¿Tu crees que me puedes vencer... eh... hermanito?. - Susurrando, su tono de voz cambió, al igual que su apariencia, transformándolo en un ser con una fuerte aura negra de determinación tan palpable en el aire que el esqueleto alto comenzó a sentir.

- ¡Maldito bastardo! - Comienza a reírse. - ¡Con que eso quiere Ganz! - Dice Papyrus con un tono de autoridad. - ¡No! ¡eso no es lo que él quiere! ¡es lo que yo quiero! - Ya dicho eso, Ganz despide un fuerte aura negra con fucsia que cubre el ambiente donde ambos se encontraban, del cual Papyrus fue apartado fuertemente por dicho aura.

Entre risas lejanas y un profundo eco, una risa en particular se escuchaba por todas partes. -¡Papyrus! Papyrus, siempre tan creído e inocente, nunca cambies. - Entre el denso aura negra aparece Ganz en una posición de bestia, usando sus cuatro extremidades y mirando justamente a su presa, que en este caso sería Papyrus.

- ¡Como quieras, Ganz! - Con eso dicho, Papyrus comienza a despedir de igual forma su propio aura de determinación, ahora en un tono dorado. Sin mas que decir, ambos hermanos se preparan para atacar, pero sin previo aviso, una sombra aparece justo enfrente de Papyrus, el Parlous, provocando que se sorprenda por la velocidad demoníaca de Ganz y esquivándolo por poco por el lado derecho.

Con un salto y unos giros, Ganz cae en cuatro como si cual león ágil fuera y en una posición de atacar a su siguiente presa. - ¡Interesante, eres muy rápido, mi querido hermanito! pero... no eres tan fuerte como yo. - Dice Ganz, que comienza nuevamente a despedir su aura de determinación. - ¡Maldito demonio! - Reclama Papyrus, quien con todo el odio llevado dentro de sí, saca nuevamente su modo Parlous para atacar al rival frente suyo.

Una pelea de cuerpo a cuerpo se desató, donde Papyrus ataca utilizando sus huesos, y Ganz, zarpando con sus uñas afiladas en todo el cuerpo de su hermano, va tomando ventaja del suceso por su velocidad.

- ¡No peleas con honor... ESCORIA INMUNDA!! - Dice Papyrus entre un grito feroz y cargado de odio retenido que se hacia escuchar por todo el lugar donde ambos hermanos estaban dando su épica batalla. - ¡¿HONOR?! ¡JA JA JA JA! ¡¿Me hablas de honor, pequeño hermano?! ¡Tu, no tienes honor en ninguna parte de tu cuerpo despiadado y arrogante! - Cómo tal ácido venenoso responde Ganz con total desprecio y sin piedad.

Impactado y con los ojos agrandados, Papyrus veía cómo ese ser le dirigía la palabra con tanta crueldad y sin titubeo como si fuera la verdad absoluta, pero volviendo del trance del momento, se da cuenta que por poco pierde el equilibrio de la batalla, así ve cómo Ganz se aparta de él y comienza a sacar su técnica especial, utilizando su mano izquierda para que aparezcan dos cabezas de dragón, una más grande que la otra.

Ganz, marcando una sonrisa de victoria con tan solo ver el pavor que transmitían los ojos de su hermano menor, ya veía asegurada la batalla, pero, entre regañadientes, Papyrus no se deja vencer por alguien tan inútil como su oponente, y sin dar mas vueltas al asunto, convoca su propio ataque especial, el cual al estar en su modo Parlous, el ataque seria multiplicado por cien.