Who's in the bunker?

1K 106 121
                                    

-¡MUJERES Y NIÑOS PRIMERO! -gritaba uno de los militares con un arma en la mano- ¡NIÑOS PRIMERO!

Solo había visto escenas así en películas o en los cómics que mi abuelita me regalaba a cambio de ayudarla a cuidar su jardín.

Nunca le había tenido miedo a las catástrofes. Tan solo con 10 años estaba lo suficientemente informado a cómo sobrevivir en un apocalipsis zombie o el fin del mundo. No entendía mucho el por qué las personas lloraban tanto, digo, han visto más películas que yo. Deberían saber que el punto clave para matar zombies es la cabeza, de enfermedades es crear otro virus para que mate al que está causando problemas y de los robots con tal de echarle agua harían cortocircuito y morirían.

Pero claro, esto es diferente a las películas. Esta es la realidad.

Tampoco estaba muy consciente de la razón por la que la gente comenzó a preocuparse más y querer escapar de sus casas, lo único que sabía era que se trataba de un acontecimiento mundial. Siempre que se hablaba de esto en las noticias mi mamá cambiaba de canal o papá me decía que mejor fuera a jugar a mi habitación.

-¿Papá no viene con nosotros? -le pregunté a la mamá que me sostenía de su mano mientras tiritaba.

-Él vendrá luego, cariño... -me sonrió convencida- deberías dejar a Aty con tu padre para que no se quede solo ¿No crees?

Aty es nuestra perrita desde que tengo memoria. Es pequeñita de color marrón con manchas blancas en su pecho.

-Yo creo que papá puede estar solo -reí acariciando a Aty que dormitaba en mi brazo desocupado.

-Jimin, bebé. Mujeres y niño primero... hombres y mascotas después.

-Mami, por favor. No puedo dejarla, ella me quiere mucho y yo la quiero.

Ya casi íbamos llegando a la entrada del refugio. La mayoría de las mujeres se despedían llorando de sus maridos mientras ellos volvían al principio de la fila. No debería por qué llorar, lo verá luego cuando los demás entren. Papá dijo que prefería ir de inmediato con los demás y que cuidara mucho a mamá porque era una mujer muy sensible.

-Nombres -le dijo el militar que estaba junto a dos más en la entrada del refugio anotando en una tableta digital.

-Park Hye y Park Jimin -contestó mamá con su mirada en el arma de uno de los sujetos que acompañaba al que estaba anotando nuestros nombres.

-Y Park Aty, mami. Que no se te olvide -agregué.

Nos entregaron brazaletes con números respectivos a cada uno.

-El perro se queda afuera -nos dijo uno de los militares moviendo el arma entre sus manos.

-No -respondí de inmediato escondiendo a Aty.

-Jimin, por favor... -susurró mamá- hazle caso al señor.

-¿Por qué? -pregunté- ¿Qué le harán?

-Para que no le hagan nada debes entregarla, cariño.

Enojado tomé a Aty entre mis dos manos y la observé un largo rato para luego hacer chocar ambas cabezas como solía hacer cuando yo estaba triste y ella intentaba alegrarme.

-Espérame con papá -le susurré- nos veremos en un rato, te quiero mucho.

Entregué delicadamente a Aty a uno de los militares. Aunque sé que la veré después me dieron muchas ganas de llorar. Ahora entiendo a todas las mujeres que lloraban la despedida de sus esposos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Idioteque · Jikook-KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora